“Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad
de amar, de trabajar, de jugar y de ver las estrellas”.
-Henry Van Dyke (1852-1933).
Hoy cumples 60, unos cuantos años
ya sobre tus espaldas. Es una bonita cifra, no sé cómo lo ves tú. Yo que te
conozco desde hace ya más de veinticinco años, pienso que debes estar muy orgullosa de lo que personalmente has
conseguido durante estos años; tus
sueños se han ido cumpliendo. Cierto que
detrás de ellos hay sacrificios y renuncias, -solo un ciego o un necio tendría
dificultad en reconocerlo-, pero estos son tus triunfos que han quedado
escritos en tu currículo vitae y allí, se pueden leer y releer.
Tal vez sea ahora que cumples
60, un buen momento para el recuerdo, para echar un vistazo a tu vida desde esta
azotea que nos brinda el paso del tiempo, para
que vuelvas a rememorar, durante un rato, todo lo que recuerdes.
Yo te recomendaría que te
sentases en tu butaca preferida, que te
pusieras cómoda,-recuéstate si te apetece-,y cuando estés preparada empieces, con delicadeza, eso sí, a pasar las
páginas del magnífico incunable que has
ido forjando con tus propias manos a lo largo de estos seis decenios y que te
dispongas a disfrutar de este tu
recorrido vital. Recréate en esta refinada tarea y no tengas prisa en pasar las
hojas a las que algunas, el paso de los
años, ha puesto delicadas. Por el contrario, recuerda momentos y lugares; llénalos
de gentes, de frases, de acciones y emociones y sobre todo, no te
precipites, valóralos en su justa medida porque el tiempo hace que no demos importancia a los sencillos y, sin embargo,
maravillosos instantes del día a día que
hemos vivido, al quedar ya lejanos.
Como sigue sin verte nadie, abre
tu corazón y deja que exhale, desde sus más recónditos rincones, impresiones y
pasiones, emociones y desazones,
sentimientos y desconciertos, para que queden limpias las paneras de polvo y
telas de araña. Después deja, por fin, descansar el sacudero, la escoba, y el trapo.
Ahora, ya más ligera, y aun sin saber bien bien lo que está por
llegar y en qué orden se expresará, tal
vez merezca la pena, coger de todo lo que te rodea, solo lo que necesites para
el resto del viaje, sabiendo ya que lo que falta es menos desigual y que los pies conocen bien por dónde pisan y qué suela
necesitan para no resbalar en el granizo o para cruzar charcos.
Y para lo demás, ni un minuto más y… “que te quiten lo bailao”.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
QUE PODAMOS SEGUIR COMPARTIENDO VIDA, Alicia.
Un beso.
Covadonga.