Ya hace un mes que la primavera se ha acabado y ha llegado el momento de recordar los libros que he leído durante estos meses.
La primera novela que leí, fue un libro que vi en la librería a la que voy con cierta frecuencia .Aunque no quiero comprar más libros hasta que no lea todos los que tengo en casa, cuando lo vi, me llamó la atención el título y el origen de la autora. Leí la reseña y lo compré y, la verdad, es que no me ha defraudado, mejor dicho, me ha gustado muchísimo. Estoy hablando de Maayan Eitan y de su Amor como dicen en la contraportada es una pequeña obra maestra y es la primera novela de esta autora. Su prosa tiene mucha fuerza narrativa, a la vez condensada y ligera. Los cuadros casi reales, creíbles, humanos y crueles. Muy recomendable.
Jacobo Bergareche y Los días perfectos. Esta novela fue una de las finalistas de los premios europeos de este año. El día que fui a buscar esta novela, fue cuando encontré Amor. Es una buena historia y eso que, en apariencia, parece trivial, pero el autor consigue mantener un buen tono narrativo y el interés por lo que cuenta hasta el final.
Después releí a Shakespeare. Es raro el momento en el que algún autor no hace referencia a este escritor y, sobre todo, a Hamlet. Quise refrescar algún pasaje, y, al final, lo leí todo y también Macbeth, están las dos en el mismo volumen. No sé si atreverme a decir que, los autores clásicos del teatro del Barroco español están a la altura de Shakespeare pero; aunque he leído a Lope, Calderón, Tirso de Molina; no soy critico literario para hacer una afirmación como esta de forma categórica.
Luego, les tocó el turno a dos novelas que tengo en casa desde hace mucho. La primera, Fermina Márquez de Valéry Larbaud. A Larbaud, lo conocí cuando estudiaba literatura francesa en la universidad y me gustó mucho cuando leí, en aquellos años, Amants, heureux amants. Fermina Márquez es una delicada novela costumbrista en la que se reflejan algunos tópicos y esto casi hace que se quede en la anécdota narrativa, cuando Larbaud es síntesis mimada.
El otro libro de las estanterías es una novela de Irène Némirovsky, Le maître des âmes. Némirovsky, con su elegante y cuidada prosa, va hilvanando la historia haciendo un magnífico retrato, sobre todo, del personaje principal y de su familia, sin restar un ápice a su crítica moral del comportamiento de la burguesía de su época. Mezcla las dos maravillosamente.
Estos son los libros que he leído esta primavera. No voy muy rápida leyendo y, aun así, he podido disfrutar da algunas novelas interesantes.
Ahora, a ver qué sigo leyendo en verano. Espero leer más, aunque no creo que llegue, ni de largo, a los 9 libros que leía en 6 semanas de la biblioteca en mis veranos de Medina.
*** Me ha hecho mucha ilusión encontrar Amor de Maayan Eitan en una de esas listas que sacan las revistas de libros recomendados. 29-07-22