Rien ne s’oppose à la nuit es el último libro de Delphine de Vigan. Este libro me lo regaló este verano mi amiga Anne a pesar de mi negativa a que me lo comprara, porque al contarme brevemente el argumento, el libro despertó mis reticencias. Cuando llegué a casa, lo dejé en la estantería, no me atraía nada a pesar de los premios que ha obtenido en Francia y la gran cantidad de lectores que han quedado seducidos por esta historia en varios países más; pero ante su insistencia, empecé a leerlo. He tardado en terminarlo varios meses, entre medias he ido leyendo otros, cualquier excusa era buena para descansar de esta historia autobiográfica personal, familiar, terapéutica. En muchos momentos, me resultaba poco menos que impertinente colarme en la historia de esta familia en la que las desgracias se han cebado hasta la tragedia una y otra vez; adentrarme en una historia en la que es casi poco menos que imposible conceder que una sola familia, por más numerosa que sea, pueda acumular tanta desdicha, tanta adversidad, tanto sufrimiento.
La foto de la portada – que se han mantenido también en la edición española- es la de una bella joven, Lucile, madre de la escritora verdadera protagonista del libro. Delphine escribe sobre la vida de su madre, un ser de cualidades de excepción y que, sin embargo, no terminó de encajar en la vida.
La autora que, ha sufrido, junto a su hermana, durante toda su vida las consecuencias de la grave enfermedad mental de su madre, busca respuestas en el entorno familiar de Lucile: padres y hermanos con los que habla. De esta manera el libro adquiere visos de mayor veracidad al contar con varias perspectivas. De este acopio de experiencias y recuerdos irán saliendo todos los espectros que la familia fue guardado bajo llave durante el paso de los años: matriarcado, padre ausente y preocupado por mantener un estatus social, muertes accidentales, suicidios, enfermedades mentales, depresiones, incesto todos ellos cubiertos por silencios, silencios que potenciaron pesadumbres, desconsuelos, angustias... por lo que, una y otra vez, justifica su decisión de escribir sobre su familia por prescripción facultativa ya que durante todo el libro quedan al descubierto muchas miserias y vilezas familiares. Por el contrario, de las páginas que Delphine de Vigan dedica a su madre emanan amor filial, ternura y comprensión a modo de contrapeso a tantas tristezas y amarguras.
El libro que acaba con la redención de su madre está bien escrito, aunque pienso que son demasiados los saltos al pasado, las digresiones, los frecuentes descargos con los que pretende justificar el porqué de este relato.
*Le titre du livre a été tiré de la chanson "Osez Joséphine" écrite par Alain Bashung et Jean Fauque.
Prix Roman France Télévisions 2011.
Prix Renaudot des Lycéens 2011.
Prix de l'Héröine Madame Figaro 2012.
Prix des Lycéennes de ELLE 2012.
Gran Prix des Lectrices ELLE 2012.
Delphine de Vigan.
Rien ne s'oppose à la nuit.
Editions JC Lattès. 440 pages.
France 06 / 2012.
Rien ne s'oppose à la nuit.
Editions JC Lattès. 440 pages.
France 06 / 2012.
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