"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









viernes, 26 de abril de 2013

ENTRE LÍNEAS

Este último Día Internacional del Libro, quería haber ido, como todos los años por la tarde, a perderme por las librerías, por las calles, deambular por la ciudad, mezclarme con las gentes que salen a comprar libros pensando en  ellas mismas o alguien especial al que quieren agasajar con un rato de lectura; pero el trabajo, ¡siempre el trabajo! casi, casi, me vence.  Al final, pude ir, aunque a última hora, un momento por el centro. No iba a comprar nada porque ya había comprado antes, pero me acerqué a las casetas semidesiertas, a penas quedaban  libros, ni autores firmando, ni lectores que hicieran cola para conseguir una dedicatoria. Me fijé en los que firmaban todavía. Que los autores son gente normal una ya se lo imagina, a pesar de que en las solapas de los libros, en sus sitios web, en sus twitters, aparecen estupendos -claro, el maquillaje y el fotoshop hacen milagros-, pero a estas alturas  de la tarde, a los más esculpidos, el fondo oscuro y las luces mortecinas de las casetas, les hacían casi irreconocibles. Los otros  bostezan, hablan alto, no dejan de mirar  sus iphones. El pelo, a estas horas, estaba  lacio de tantos autógrafos y fotos con gente que  se llevaba ese instante. Todos se habían convertido en gentes corrientes. Algún autor conocido quedaba todavía, pero los menos. Los noveles, por el contrario, aguantaban hasta el cierre, a la espera de ese lector rezagado, que con cariño, les contara alguna anécdota entrañable. “Los autores se deben a su público”; oí decir a una autora con una sonrisa, a una señora que se había acercado a saludarla. Y sí, es el público quién les hace alguien.
Hoy, por la calle, me he fijado en las personas con las que me he cruzado y muchas - la mayoría mujeres- iban cargadas con su último libro de la feria. En el autobús, la imagen se repetía, los lectores aprovechaban el trayecto para  comenzar  su nuevo libro; en general, tenían  cara de satisfacción. 
¡Feliz lectura a todos!

martes, 23 de abril de 2013

PÍO BAROJA


"La consecuencia a la que iba era esta: que ante la vida no hay más que dos soluciones prácticas para el hombre sereno: o la abstención y la contemplación indiferente de todo, o la acción limitándose a un círculo pequeño. Es decir, que se puede tener el quijotismo contra una anomalía; pero tenerlo contra una regla general es absurdo".



Pío Baroja, El árbol de la ciencia.


23 de abril Día Mundial del Libro










VI Lectura Universal del Quijote.



Esquivias, pueblo natal de la mujer de Cervantes, Catalina de Salazar,  rinde homenaje a la Universal Obra de Miguel de Cervantes, “El Quijote”, con una serie de lecturas en 30 idiomas del mundo.
La localidad toledana de Esquivias, organiza, por sexto año consecutivo, una edición más de la Lectura Universal del Quijote. Participarán más de 30 lectores.

Día. Martes 23 de abril de 2013.
Lugar: Sala Central del Convento de los Capuchinos de Esquivias, Toledo.
Hora: 17:00 horas














lunes, 22 de abril de 2013

LIENZOS Y PERGAMINOS

Últimamente, oigo  con cierta frecuencia, a personas de opinión de diferentes ámbitos definir a una persona por lo que dice, lo que hace, lo que come, lo que bebe, por cómo se viste…. Es cierto, pero yo añadiría que también uno es lo que lee. Los libros acaban formando parte de nosotros mismos, porque, aunque descansan en las estanterías de las bibliotecas de nuestras casas, nuestros libros, nuestras lecturas los llevamos puestos, como llevamos puestas las prendas de vestir pero, a diferencia de la ropa, estos no se ven a primera vista. Sin embargo, si echamos un vistazo a nuestro armario y a nuestra librería, podemos llegar a descubrir cuántas similitudes hay entre ambos, tantas que hasta nos sorprendamos.


Y así, al abrir de nuevo el armario, lo primero que salta a la vista son las prendas de temporada que compramos porque se llevan, porque nos hacen ir a la moda, son resultonas, al menos, en los maniquíes, aunque puede que no sean de mucha calidad. Como también lo son, de manera general, los libros de escritores populares que siempre tienen un gran éxito editorial, o las trilogías de turno, libros que compramos porque los hemos visto en los escaparates de las grandes librerías o tenemos referencias de prensa. Libros que todo el mundo lee, de los que todo el mundo habla y que nosotros, acabamos cargando un poco por inercia o simplemente para poder opinar también, a pesar de que intuimos que no nos van a llenar del todo, que no son del todo nuestro estilo y con los que no vamos acabar de coincidir.

Después, y a un lado del ropero, tropezamos con las prendas de fondo de armario. Aquellos vaqueros, aquella camiseta, aquel vestido, aquel pantalón negro o aquel jersey de angora, que aguantan el uso y el paso del tiempo sin lastimarse y de las que no nos desprendemos porque nos sientan como un guante desde el primer momento en el que nos los pusimos y con los que nos encontramos asombrosamente bien. Prendas que guardamos de temporada en temporada, que nos sacan de tantos y tantos apuros, especialmente cuando no sabemos qué ponernos en el día a día o en una ocasión especial: son los clásicos de nuestro armario; como lo son los CLÁSICOS con mayúsculas de nuestra librería. Obras y autores que aparecen en todos los manuales de historia de la literatura y que siempre están de actualidad o a los que nosotros hemos convertido en nuestros clásicos; obras de nuestros escritores favoritos, que un buen día descubrimos y que independientemente de nuestro estado de ánimo, siempre nos apetece leer puesto que nunca nos defraudan y a los que recurrimos para releer todo o en parte ya que los hemos hecho nuestros; es como si formasen parte de nosotros mismos, al haber simultaneado lectura y experiencias vitales, o porque consiguen que hurguemos en nuestras raíces más profundas. Son esos libros que nos reconfortan y que colaboran a sacudir el embrutecimiento que se nos va pegando en el día a día.

Seguimos sorteando paños, y rozamos con los que tenemos resguardados en fundas. Prendas especiales, que hemos comprado en tiendas de algún conocido modisto para una ocasión especial y que nos dan ese toque pijín que también nos gusta; igual que tenemos libros de afamadas y solventes casas editoriales: Galaxia Gutenberg, Bibliothèque de La Pléiade,… que recogen las obras completas de un gran autor o que conmemoran alguna efeméride; volúmenes que dan un ligero toque de distinción a nuestras repisas y nos dan permiso para entrar en el círculo escogido de los intelectuales, aunque sea por la puerta de atrás..

Continuamos removiendo trajes hasta encontrarnos con las prendas-joya; prendas que heredamos, que guardamos como oro en paño en cajas envueltas con papel de seda y jabón de olor porque el paso del tiempo las ha hecho frágiles; del mismo modo que a los ejemplares de ediciones antiguas, que nos produce cierto desasosiego abrir y pasar las hojas por temor a que se rasguen.

Y al fondo o no tanto, tropezamos con las prendas que compramos un día, no sabemos muy bien por qué y que luego nunca nos hemos puesto, porque no nos pegan con nada o porque no nos quedan como nos gustaría; como tenemos libros que descansan en las estanterías años y años, libros que nunca hemos leído e incluso ni siquiera hemos hojeado por curiosidad.
Junto a todas estas, recordamos la estela del traje que ha tenido un paso efímero por nuestro armario, que nos lo prestaron para un día concreto, nos sacó del apuro, nos ahorró el tiempo y el dinero de ir a comprarlo, nos gustó, nos quedaba bien;  igual que la traza que dejan, en la mesita de noche, los libros que sacamos de las bibliotecas o que nos presta algún amigo y que al cabo de un tiempo, devolvemos, a veces, sin pena ni gloria y otras, los acabamos comprando porque nos apetece tenerlos al alcance de las manos.

En fin, paños y papiros, hatos y libros que dicen tanto de nosotros como otros tantos y tantos hilvanes que nos identifican y que, por supuesto, marcan diferencias, que no tendencias.

sábado, 20 de abril de 2013

LES MISÉRABLES & DJANGO


¿En qué se parecen estas dos películas, si una es un musical, casi una ópera y la otra no; si una fue escrita en XIX por Víctor Hugo y la otra no hace mucho por Quentin Tarantino? Aparentemente en casi nada. Pero si nos centramos un poco en las historias, la respuesta ya no es tan clara.
Por ejemplo, las épocas no son muy lejanas, aunque transcurran en diferentes continentes; las dos tienen como protagonistas a prisioneros, que consiguen su libertad y encuentran a un benefactor que les ayuda a acomodarse a su nueva condición de hombres libres y les enseña a situarse en su nuevo mundo, para que tomen su propia senda.
En cuanto a los protagonistas, los dos se mueven por amor. Sus antagonistas no se lo ponen fácil, pero al final, se vengan de ellos. En el caso de Les misérables no hay mayor grandeza que la de ponerse en la piel de tu perseguidor de toda la vida, en la de tu sombra que quiere devolverte a tu horrible pasado y perdonarlo y el sargento es un hombre de armas y por lo tanto de honor, la única salida honrosa que le queda es echarse al Sena, porque su vida pierde sentido al no tener enemigo; por lo tanto, el protagonista acaba con el malo sin mancharse las manos, con grandeza casi mística. En el caso de Django, la venganza carnosa -marca de la casa- está pasada por litros d’encre rouge y pólvora, con castillo de fuegos artificiales como colofón a tanto sufrimiento, a tanta vileza, a tanta violencia humano-animal; el fuego purificador reduce a cenizas todo un símbolo de la esclavitud.

Aunque las dos historias tienen un final feliz, el amor triunfa por encima de la maldad; nada es  totalmente gratis en esta vida y  los beneficiarios sufren pérdidas importantes: los dos tutores se quedan por el camino, uno por enfermedad y el otro porque actúa cómo sabía que no debía de hacerlo, pero los escrúpulos, la humanidad le salen a borbotones, le juegan una mala pasada en el momento que no toca y precipita el final. Los dos entregan sus vidas, en un acto de generosidad, para que los amandos consigan reunirse.
Tarantino toca todo, remueve todo al representar la bondad y la maldad en los dos bandos, en las dos razas, aunque siempre tenemos claro quiénes son los buenos y quiénes los malos independientemente del color de la piel, porque el alma no tiene colores como la piel.

Los hombres  nos hemos movido  siempre por los mismos fines y  siempre las grandezas y la vilezas inherentes en la condición humana se manifiestan en los Hombres de toda época y lugar.

Historias de benefactores como las de: La carretera, Misericordia, Grandes Esperanzas, El gato con botas, David Cooperfield, Intemperielas hadas madrinas,  los padres, las madres, los familiares, las madrinas que no son hadas, los amigos, la vecina del quinto, la tintorera, la peluquera y de otros tantos conocidos que nos han sostenido a lo largo de nuestras vidas y a los que, tal vez, nosotros nunca podamos corresponder, pero que, por una ley pendular no escrita, sus acciones nos tornan en apoyo para las personas de nuestra peonía.

Django Unchained

Año: 2012
Duración:165 min.
País: Estados Unidos.
Director: Quentin Tarantino
Reparto: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Don Johnson, Walton Goggins, Laura Cayouette, Dennis Christopher, M.C. Gainey, James Remar, Michael Parks, Bruce Dern, Cooper Huckabee, Doc Duhame, Franco Nero, Quentin Tarantino, James Russo, Jonah Hill, Dana Michelle Gourrier, Sammi Rotibi, Nichole Galicia, Ato Essandoh, David Steen, Amber Tamblyn, Zoe Bell, Russ Tamblyn, Tom Savini, Rex Linn, Lee Horsley, John Jarrat.


Les Misérables

Año: 2012
Duración_ 152 min.
País: Reino Unido.
Director: Tom Hooper.
Reparto: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne, Samantha Barks, Helena Bonham Carter, Sacha Baron Cohen, Aaron Tveit, Isabelle Allen, Daniel Huttlestone, Colm Wilkinson, Natalya Wallace, Michael Jibson, Bertie Carvel, Tim Downie, Marc Pickering, Patrick Godfrey, Killian Donnelly, Fra Fee, Gabriel Vick, George Blagden, Alistair Brammer, Charlotte Hope




sábado, 13 de abril de 2013

JESÚS CARRASCO

Cuando tengo unos días de vacaciones, bajo a mi pueblo. Pasar por la biblioteca es una costumbre desde siempre. Los libros y autores que elijo para leer en vacaciones no me suelen sonar nada o casi nada. Esto me sucedió con Jesús Carrasco. Estaba buscando algo diferente porque últimamente tengo la impresión de leer cosas muy parecidas. Por eso, en vez de elegir los libros por autores, títulos, portadas y  contraportadas esta vez, buscaba en las solapas interiores. Así me encontré con que el autor del libro que tenía en la mano era de Badajoz,- por fin alguien de otro sitio-, seguí leyendo y pasé a leer la contraportada. Me pareció interesante y decidí llevármelo. Cuando se lo di a Isabel para llevármelo,  me dijo que nadie lo había sacado todavía, “claro con esta portada”…, justificó- Fue entonces cuando la vi: una oveja, (y sí, es sorprendente la oveja porque  lo que hay son cabras) –Bueno, ya veremos, ya te diré si está bien o no.

Al llegar a casa, comencé a leerlo. No tuve que esperar muchas líneas para darme cuenta de que era una buena historia, bien escrita: prosa equilibrada, esmero en la utilización del lenguaje, sobre todo de los adjetivos, muy descriptiva sin ser cansina y un portentoso vocabulario rural: enseres y aperos principalmente – cántaro, mandil, trébede, ronzal, albarda, muladar-, que yo había oído durante mi infancia, pero que, por momentos, alguno se me escapaba por lo que tuve que preguntar a mi madre. ¡Qué delicia que un libro sea una ocasión para que mi madre me explique, me cuente… recordando!

Por otra parte, también llama la atención la economía de medios narrativos: no hay nombres ni de lugares ni de personajes solo utiliza genéricos: el llano, la llanura; el chico, el viejo-el cabrero-el pastor-, el alguacil, el tullido, los ayudantes del alguacil, como si estos fueran representantes genuinos de un lugar, de una especie; en este caso de hombres, pero  dentro de la misma especie,con diferencias sustanciales porque unos  intentan vivir en armonía con sus semejantes en una naturaleza hostil, casi estéril y los animales que les acompañan y otros, todo lo contrario; y  será de estos  últimos de los que emane la rudeza de los instintos más primarios que no producirá otra cosa que extrema violencia.

Esta escasez de elementos narrativos hace que la novela, tal y como está contada, esté cercana a los cuentos porque el autor consigue meter al lector en la historia de una forma delicadamente envolvente e involucrarlo para que sea este último el encargado de ‘fabricar y colocar’ el entramado que falta por disponer, llegue a sus propias conclusiones y busque las claves para las preguntas que suscita  que quedan sin respuesta.

Después de haberla terminado de leer no me extraña nada que haya tenido tanto éxito en la pasada edición de la Feria de Fráncfort y que sus derechos hayan sido vendidos  a Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos, Holanda, Noruega, Israel y Brasil y seguramente también a China, Corea y Taiwán. Tampoco me sorprende que a algunos les recuerde: " La riqueza de Miguel Delibes y la fuerza de Cormac McCarthy fundidas en una voz propia". A mí me recuerda también a Nos han dado la tierra o La noche que lo dejaron solo de Juan Rulfo.

Intemperie es una novela para leer por ser una historia bien estructurada, original, diferente, especial y además, es que está bien escrita.


Intemperie.
Jesús Carrasco.
Seix Barral. Biblioteca Breve.
224 páginas.
España.  17 de enero 2013.

http://www.planetadelibros.com/jesus-carrasco-autor-000047113.html

domingo, 7 de abril de 2013

"El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada..."

A pesar de que el tiempo está más que fresco después de este largo período de lluvias generosas y aunque puede que le eche de menos durante unos días, cuelgo mi Plumas Rojo por esta temporada. Este es un abrigo al que tengo mucho apego; me siento a gusto cuando lo llevo: es cálido, suave, y abrigado -debe de ser su 100% duvet  nouveau d’oie-; me gusta y gusta a otras personas, a juzgar por los piropos que nos dedican: ¡qué bonito!, ¡qué agradable!, ¡qué color más acertado!, ¡qué guapa estás, qué bien te sienta el rojo!...
Pero sí, ya está bien por esta temporada, lo voy a llevar a la tintorería para que le devuelvan el lustre que ha ido perdiendo por los continuos roces con el bolso, con la gente, con todo donde lo voy dejando. Es ya momento de empezar por algo para salir del largo invierno ya que, estos cielos encapotados nos han despistado pero, ¡estamos ya en abril!: los días ya son más largos, el cielo ha quedado  de un limpio azul que parece cristalino y los rayos del sol que se escurren entre los pompones de las nubes -ahora casi solo blancos-, han regado el césped con ramilletes de pequeñas y blancas margaritas que despiertan las ganas de sentirnos en sintonía con la savia que también hierve en los árboles. Algunos siguen en flor y las ramas de los sauces llorones se visten de pequeños botones verdes; sin contar con que el marcador estacional de la moda ha colmado ya las marquesinas de las paradas de los autobuses, las vallas publicitarias y los anuncios de la tele con su “Ya es primavera, en El Corte Inglés” y por si todavía nos resistimos a dejar el abrigo en casa, nos propone unos irresistibles “Ocho días de Oro” para que nos dé menos palo o espanto al vernos, en los espejos, blancas, blancas, al probarnos tan livianas prendas.
¡La Primavera ya está aquí!, todo lo que nos rodea nos avisa de esta nueva; incorporémonos al bullicio aunque, para variar, estornudos, moqueos y lagrimeos nos van acompañar por un tiempo o su recelada astenia nos juegue alguna que otra mala pasada. Pero, es que ya se sabe: casi nada es del todo perfecto.


* Título: versos de Fray Luis de León.

martes, 2 de abril de 2013



2 de abril, día internacional del libro infantil y juvenil.




El 2 de abril se celebra el Día del Libro Infantil y Juvenil.
Se conmemora el nacimiento de
  Hans Christian Andersen
(Odense, Dinamarca, 2 de abril de 1805 – Copenhague, Dinamarca, 4 de agosto de 1875)
escritor y poeta, celebre sobre todo por sus cuentos para niños:

La pequeña sirena.
El patito feo.
La princesa y el guisante.
El valiente soldadito de plomo.

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Premios SM 2013




El día 9 de abril se dio a conocer en rueda de prensa los nombres de los ganadores de la 35ª Edición de los Premios de Literatura Infantil El Barco de Vapor y Juvenil Gran Angular:

•Luces en el canal, de David Fernández Sifres, ha ganado la 35ª edición del premio de literatura infantil El Barco de Vapor con una extraordinaria novela donde se insta al lector a ver más allá de las apariencias.

Loba, de Verónica Murguía, novela innnovadora en el género fantástico en la que se recrea un mundo poderoso y original donde los personajes hacen un trayecto vital a través de temas universales, ha ganado el premio de literatura juvenil Gran Angular.



Premio EL BARCO DE VAPOR 2013



Premio GRAN ANGULAR 2013  

          http://www.literaturasm.com/Premios_SM.html

lunes, 1 de abril de 2013

RENGLONES EN BARBECHO

¿Escribir es fácil? - A veces. Otras, ¡resulta tan difícil ponerte a escribir!
¿Qué pasa cuando no logras escribir dos líneas seguidas? La escritura viene de la lectura. A la sazón, ¿Tampoco lees? ¿Te molesta lo negro?¿Tus libros languidecen en las estanterías, en el bolso, en la mesilla de noche,...?  Acaso, ¿es que nada sabe a nada, nada cuenta, nada cala, nada emociona, nada sale, nada...?
Las emociones parece que vienen de fuera y que se cuelen dentro, que remueven y se queden pero, en realidad, ya están dentro. Los artistas reconocen que esto es cierto y saben que a las emociones no hay que olvidarlas, sino escucharlas, acunarlas, untarlas, salivarlas, consentir que reposen lo suficiente para que dicten su cadencia y luego..., dejarlas salir.

Entonces, ¿dónde los ojos están puestos? ¿Y los oídos? ¿Y la nariz? ¿Y el tacto? ¿Y los sabores? ¿Y el corazón? ¿Solo días enmarcados de estrías en blanco, de nubes lejanas, de surcos fondos, de humos blancos, de noches albas sin claro de luna?
Los escritores de verdad saben que lo mejor es ponerse a escribir. El oficio produce beneficios. Aunque solo sean tres líneas, hay que ponerse; igual que “el comer y el rascar hasta el empezar”.
Muchos escritores, incluso los más grandes, dejaron de escribir durante largas temporadas. Algunos consiguieron romper este dique seco y se dejaron agasajar de nuevo por el mimo de la lira. Otros consintieron que fueran los demás los que escribieran por ellos y se deleitaron con lo que leyeron, como apuntó, en su día, Borges en un arranque de honestidad, modestia y exigencia. Bécquer, por el contrario,  lo sugirió con esa sencillez y claridad que le caracterizaron: “Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”. Pero entonces, Poesía, ¿en qué te recreas?, ¿en qué te entretienes?, ¿qué te distrae? ¿qué te solaza?...
Entonces, tal vez solo entonces, Poesía… seas .