Mis mejores recuerdos
para Geneviève et Michel,
Serge et Gisèle,
Últimamente, hay varias películas francesas que se asoman a
la cartelera y voy a verlas sin casi saber de lo que van. Esto es lo que me ha
ocurrido con, Alceste à bicyclette, la última película de Philippe Le Gauy del
que recuerdo haber visto Les femmes du 6ème étage. La sorpresa ha sido grande
porque Molière en bicicleta transcurre en la isla de Ré que, por si queda
alguien con la duda después de ver la película, es una isla preciosa de la
costa atlántica francesa, a la que he
ido y recorrido, al menos, en cuatro ocasiones por motivos de trabajo y una
más, que fue la primera, cuando Anne me llevó a visitarla. La recorrimos, de una punta a otra, en su viejo coche, cuando
vivía todavía en La Rochelle. Fue un día maravilloso, nos reímos un montón –¡Anne
y su sentido de la orientación!-, en el
que el sol nos acompañó durante toda la jornada.
De la isla, tengo, sobre todo, el recuerdo del puente sobre el Atlántico, del Clocher bicolor -negro y blanco- de St-Etienne
d'Ars-en-Ré, de los burros vestidos con telas de cuadros, del Phare des baleines, del puerto de Sant Martin con sus veleros, de las roses tremières que crecen delante de las casa blancas con puertas y contraventanas pintadas... pero también, que la la isla
de Ré es destino vacacional de muchos pijos parisinos y que por eso, las
casas, en la isla, están tremendamente caras.
Precisamente, con la excusa de comprarse una segunda
residencia, aparece, un buen día por la
isla, Gauthier Valence, actor de gran éxito y popularidad, en casa de Serge Tanneur, actor como él, quien, después de haber alcanzado el
éxito, lo dejó todo y se fue a vivir a la isla de Ré, alejándose del mundanal
ruido, del que no soportaba su superficialidad, sus envidias, sus traiciones,
ni su hipocresía.
Esta excusa de primer momento desvela sus verdaderas
intenciones al cabo de poco tiempo, porque a lo que de verdad había ido, era a
proponer a Serge que representara junto a él El Misántropo de Molière, ni más
ni menos. Serge, que en un principio le dice que no, vence enseguida la
negativa. Como los dos quieren hacer de Alceste, Serge le propone que se quede en la isla para poder
ensayar juntos, alternando los papeles, unos días será él Alceste y otros será Filinto
y viceversa. Gauthier, no sin ciertas reticencias, acepta, porque lo que quiere es
convencerlo para que interprete la obra. A partir de ese momento se va a ir
manifestando una creciente rivalidad entre los dos. Serge se venga en Gauthier. le deja claro que no sabe dar, a los alejandrinos
de Molière, la cadencia que requieren y sostiene que, si no logra recitarlos con su maestría, es que no siente el significado de las palabras de los versos; para él, las obras de teatro hay que sentirlas. Esta afirmación la extrapola a sus interpretaciones
para los seriales de televisión que tanta fama le están dando. Al final, Gauthier acaba detestándolo porque no aguanta ya más sus impertinencias y se marcha.
Como telón de fondo de los ensayos, los paisajes de la isla de Ré: su mar, sus
salinas, sus pueblos que recorren, casi siempre en bicicleta.
Como acompañantes de nuestro tándem de 'actores' van a ir apareciendo: un taxista decepcionado, una italiana que quiere vender su casa de la isla y tiene problemas con su ex marido, una jovencita del lugar que es star de
películas porno, los ‘amigos’ de París de Gauthier y sus representantes
artísticos.
Como tiene carga sentimental para mí, tal vez, crea que la película es mejor de lo que realmente
es y pase por alto, lo que para algunos llega a hacerse un poco pesado: el que los actores recitan largos pasajes de esta obra de Molière. No digo que no, pero a los
amantes del teatro clásico, esto no les supone nada más que otro deleite, junto con el de comprobar que los personajes de Molière se reconocen en el S. XXI.
À bientôt, La Charente Maritine!
Alceste à bicyclette - Molière en bicicleta.
Réalisé par: Philippe
Le Guay
Avec: Fabrice
Luchini, Lambert Wilson, Maya Sansa.
Francia, 16 janvier 2013 (1h45min)