Es un placer atravesar el río en verano con las sandalias en la mano.
Yosa Buson.
Antes de empezar las vacaciones, de forma casual, leí todos los libros que había seleccionado para leer durante el verano un poeta de cierto renombre. Me quedé impresionada, había más doce y de todos los géneros: novelas, poemarios, ensayos; no recuerdo si también había teatro. Enseguida pensé, que esta manera de cultivarse es beneficio de pocos y que desde luego, no estaba a mi alcance, además, me ayudó a recordar que, si hay algo que hace mucho tiempo que no leo, es un ensayo y eso que tengo en casa alguno sobre literatura, por ejemplo de Harold Bloom.
De vacaciones,, es de entender que hay más momentos para la lectura y lo que tengo por costumbre hacer es pasarme por la biblioteca y charlar con Isabel de los libros que le han llegado. Como no todos me van, voy eligiendo algunos de entre las novedades, a veces, acierto y otras no, pero todo leo y de todos acabo anotando, en mi libreta, citas o frases que me han llamado la atención. Este también está siendo así, por lo que hago un recordatorio de lo que he ido leyendo hasta el momento.
Empecé con un libro maravilloso, La puerta de los pájaros de Gustavo Martín Garzo. Es un libro lleno de magia, de fantasía, de belleza expresada con esas palabras que nos arriman a los rincones del mundo de las fábulas, a un mundo de reyes, de princesas, de brujas, de magos de siempre y que, sin embargo, leyendo a Garzo parece nuevo. La puerta de los pájaros es un libro para aquellos que quieran dejarse llevar a un mundo de imaginación.
Luego siguió También esto pasará de Milena Busquets, que tuvo bastante éxito esta primavera, aunque yo no lo compré porque no me atraía el tema pero, al verlo aquí y ser corto, lo he leído. Siento decir, que no he encontrado, durante la lectura, las elevadas cualidades literarias que algunos críticos atribuyen a esta chica ni tampoco la fuerza de esta historia autobiográfica, modalidad que, por otra parte, está muy de moda en cierta literatura actual.
Después de esta insulsa lectura, elegí Matemos al tío de Rohan O’ Grady, de la que no sabía nada. Esta bonita portada es una réplica de la realizada por Edward Gorey para la primera edición de 1963. He leído que Matemos al tío es una joya de la novela gótica del siglo pasado, de la que se puede destacar la caracterización de los personajes, su dosis de humor y una narración inquietante, desde luego que no lo voy a discutir, aunque encuentro que es una novela de poca intensidad, demasiado cordial o amable para las ocurrencias de los niños y para las intenciones del tío de Barnaby. Podemos añadir que, Matemos al tío es un ejemplo de esas novelas que algunos llaman literatura crossover, es decir, libros que en apariencia son juveniles pero que los adultos también leen.
Siguió La verdad y otras mentiras de Sascha Arango, una novela interesante por la elección del protagonista, Henry y la originalidad del argumento. Arango maneja, con acierto, el desarrollo de la trama y. de manera paulatina. vamos descubriendo el verdadero fondo del protagonista, que es una persona de personalidad bien compleja. La verdad y otras mentiras es una novela entretenida que se mueve en el género policíaco y el humor negro.
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