"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









domingo, 16 de agosto de 2020

MARCAPÁGINAS XXXVI - VERANO

Después de dudar sobre qué libros leer este verano, me decidí por dos de los premios literarios de Francia de este año que, por tradición, me los compro fuera. Este año los compré en Nantes. Uno me lo regaló Anne, el otro me lo compré yo. Los compro sin más, sin  preguntarme  ni siquiera sobre el tema, y luego ya veremos,  pero siempre los leo.

El primero que leí, fue el libro  de Jean-Paul Dubois que ha sido galardonado con el Premio Goncourt del pasado año, Tous les hommes n'habitent pas le monde de la même façon. Cuyo título, es estupendo, aunque un poco largo. Este libro narra la historia de  Paul Hansen, que está en una cárcel de Montréal. Esta estancia en la cárcel, le sirve para hacer un recorrido por la historia de su familia desde su madre francesa de Toulouse  y su padre, Paul,  pastor protestante danés, hasta el Canadá de la mujer Wimona que pilota un aeroplano. También habla de su vida y de como se complica de una manera totalmente inesperada, por lo que todo se vuelve duro. Estos hechos llenan el relato de melancolía, de desilusión.
En cuanto a la técnica, tengo que decir que, si el comienzo de este libro es bueno, cuando empieza a hablar de su familia lejana, pierde parte de esta consideración puesto que, esta vuelta al pasado es bastante "al uso": no transmite mucho, y hace que el hilo del relato principal quede lejos. Ya es algo poco original, esta  tendencia de buscar causas en nuestros antepasados para aliviar las consecuencias de las acciones presentes y aligerar responsabilidades. Sin embargo,  Dubois sale airoso del reto  puesto que consigue hacer del libro, una narración de finos tildes psicológicos.

El siguiente libro fue  el de Sylvain Tesson, La Panthère des neiges, Prix Renaudot 2019. No me esperaba para nada que el libro fuera de lo que va. Tesson acepta la proposición del célebre fotógrafo Vincent Munier, de acompañarlo al Tibet para ir tras las huellas de la pantera de la nieves. Las descripciones de las inmensidades paisajísticas de esta parte del mundo, las horas de acecho a temperaturas extremas, los diálogos del alma ante la inmensidad de los silencios, nos ofrecen un bonito relato en el que un hermoso animal salvaje representa, para estos amantes de la naturaleza, la mejor  recompensa y proporciona sentido a sus vidas.

Después le tocó el turno a Thomas Pynchon, a Un lento aprendizaje. Hace ya bastantes años, un amigo me habló de Pynchon al que yo no conocía  y, me prestó La subasta del lote 49. Como me gustó como escribía este autor y la manera en la que armó el argumento de esa breve novela, un día en la librería, de casualidad, encontré Un lento aprendizaje y compré este libro de cuatro relatos de juventud: Lluvia ligera, -como una tragedia, provoca que el protagonista cambia de planteamiento de vida-, Tierras bajas -un relato surrealista-, Entropía - un doble escenario- , Bajo la rosa - un relato de época, que narra la posible causa del inicio de la Primera Guerra Mundial-, La integración secreta - en el que trata temas interesantes como la discriminación racial y los adolescentes conflictivos. Ya no recuerdo los años que este libro estaba en casa, unos cuantos.
Luego bajé unos días a Medina. Al principio , no tuve a penas tiempo libre porque tenía asuntos que terminar que me llevaron varios días, pero, al final, me acerqué a la biblioteca, a pesar de la situación sanitaria, pero es que no puedo ir a Medina y no pasar por la biblioteca. Isabel no estaba, creo que ya no volverá, se va a jubilar después de verano. La echaré a faltar mucho, aunque yo tampoco sé si volveré a sacar libros de la biblioteca de mi pueblo, las circunstancias han cambiado.
El caso es que fui con la esperanza de encontrar un libro que pudiera leer en dos días, y así fue. En la mesa de novedades, estaba Lamento lo ocurrido  de Richard Ford que resultó ser una estupenda elección porque me ha encantado este libro de diez relatos cortos. Algunas historias te sorprenden con un "in media rex", otras por su narración envolvente, y todas por sus descripciones detalladísimas en las que la vida cotidiana se realza hasta parecer de trascendencia vital, y en las que los personajes aparecen rodeados en el lenguaje, en las palabras.
Los críticos  comparan a Richard Ford con los maestros del relato de la literatura universal; supongo que, piensan que así lo engrandecen, pero creo que él solo, por su hacer, se ha ganado un sitio y un sitio destacado dentro de la literatura y yo no acabo de ver su parecido con Chéjov, por ejemplo, pero claro, yo no soy crítico literario, solo lectora singular. 

Durante el viaje de vuelta, terminé dos historias de Irène Némirovski, que se incluyen en este pequeño volumen:  Ida La comédie bourgeoise. Némirovski, con su  habitual elegante prosa, narra la vida de dos mujeres en instantes  muy diferentes de sus vidas. El de Ida, una  gran vedette, que vive el momento de decadencia con toda su dureza y crueldad; y el de Madeleine,  y su "vida perfecta" al haberse casado con un buen partido,  esto en La comédie bourgeoise. 

Ya sé que no se ha acabado el verano, pero voy a publicar estos libros porque después son muchos para un solo marcapáginas. Sigo leyendo que todavía queda verano.
Buena lectura.




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