viernes, 23 de abril de 2021
PREMIO CERVANTES 2021 - FRANCISCO BRINES
domingo, 4 de abril de 2021
MARCAPÁGINAS XXXVIII- INVIERNO
Durante esta estación, he vuelto a leer libros un poco gordos y como leo despacio, tardo, por lo que los títulos no son muchos.
El primero que leí, fue un volumen de Anagrama que recoge los Cuentos de uno de mis autores preferidos, Antonio Tabucchi. La primera vez que leí a Tabucchi fue aquel año que tuve una semana de vacaciones en invierno y bajé a Medina (2011). Esa semana fue maravillosa por dos razones. La primera porque hizo buen tiempo para ser invierno y, aunque el paisaje del Canal me resultó un poco triste porque los chopos habían perdido sus hojas y las hierbas del camino de sirga estaban grisáceas por los rigores de las heladas; pude pasear por El Canal al sol del mediodía. La segunda por la fortuna con la que elegí los libros de la biblioteca que leí esos días. Entre ellos estaba El tiempo envejece deprisa, que me cautivo, por lo que, Antonio Tabucchi pasó a formar parte de mi lista de escritores a los que se les tiene respeto y admiración. Este volumen que he leído ahora, y que compré hace tres o cuatro años por Navidad, lo componen los siguientes volúmenes de relatos: El juego del revés, Dama de Porto Prim, Pequeños equívocos sin importancia, El ángel negro y El tiempo envejece deprisa. Cada uno de ellos lo forman varios cuentos y no sabría decir cuál de todos ellos es el que más me ha gustado.
En uno de estos cuentos, nombra con entusiasmo a Suave es la noche de F. Scott Fitzgerald y pensé que era buena excusa para leerlo porque hace bastantes años que lo tengo y ahí estaba. Como es un clásico, le pregunté a Àlex si lo había leído y su respuesta me sorprendió, ya que me dijo que no tenía tiempo para leer una historia sobre ricos americanos, que no tenía nada que ver con ellos. No dije nada, claro está, pero pensé que tampoco tenemos nada que ver con los mineros de Germinal de Zola y, sin embargo, lo leemos. Cuando lo terminé comprendí por qué a Tabucchi le gustaba y por qué Suave es la noche es novela para ser leída.
Después, empecé El infinito en un junco de Irene Vallejo. Cuando oí hablar de él por primera vez en la radio, me encantó el título y me lo compré. Lo dejé varios meses en la estantería del salón porque tenía previstas otras lecturas, hasta que, en Navidades, volvieron a hablar de él porque ha ido recogiendo un montón de premios y me dije que no era posible que, teniéndolo en casa, no lo leyera. Júlia lo estaba leyendo también y me decía que le estaba gustando. Este es un libro para volver a leer. Me pasó lo mismo con La Boussole de Mathias Enard. El infinito en un junco es una maravilla.
El siguiente libro fue Historia de un caracol que descubrió la importancia de la lentitud de Luis Sepúlveda. He procurado comprar los nuevos títulos de Sepúlveda, pero ahora sabía que había perdido las últimas publicaciones y miré en Internet a ver qué títulos me faltaban. Me llevé un disgusto muy grande porque Luis Sepúlveda, que vivía aquí, en España, en Oviedo, ha muerto en abril a causa del Covid. Es tremendo, perder su prosa y sus fábulas.
También he leído un relato juvenil: Asesinato en la Biblioteca Nacional de Luisa Villar Liébana.
Y esto es todo lo que he leído en invierno. Mis estanterías esperan todavía que siga leyendo sus muchos libros. Me faltan tantos que había pensado seguir con los grandes clásicos, pero ya me he decidido por un autor recientemente premiado. Pero esto, esto ya es Primavera.
Luis Sepulveda - Historia de un caracol que descubrió la importancia de la lentitud
Los caracoles que habitan el País de los Dientes de León llevan una vida apacible, lenta y silenciosa, al abrigo de animales y otros peligros. Entre ellos se llaman simplemente «caracoles». Hasta que uno de ellos considera injusto no tener nombre, y quiere saber por qué son tan lentos. A pesar de los consejos de todos, el caracol Rebelde decide emprender un viaje en el que se encontrará con un melancólico búho, una sabia tortuga y unas hormigas muy organizadas. En su aventura, en la que estará en juego la vida de sus camaradas.
Rebelde conocerá la importancia de la memoria y la verdadera naturaleza del valor.
IRENE VALLEJO - El infinito en un junco
Es, además, un libro de viajes. Una ruta con escalas en los campos de batalla de Alejandro y en la Villa de los Papiros bajo la erupción del Vesubio, en los palacios de Cleopatra y en el escenario del crimen de Hipatia, en las primeras librerías conocidas y en los talleres de copia manuscrita, en las hogueras donde ardieron códices prohibidos, en el gulag, en la biblioteca de Sarajevo y en el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000. Un hilo que une a los clásicos con el vertiginoso mundo contemporáneo, conectándolos con debates actuales: Aristófanes y los procesos judiciales contra humoristas, Safo y la voz literaria de las mujeres, Tito Livio y el fenómeno fan, Séneca y la posverdad…
Pero, sobre todo, esta es una fabulosa aventura colectiva protagonizada por miles de personas que, a lo largo del tiempo, han hecho posibles y han protegido los libros: narradoras orales, escribas, iluminadores, traductores, vendedores ambulantes, maestras, sabios, espías, rebeldes, monjas, esclavos, aventureras… Lectores en paisajes de montaña y junto al mar que ruge, en las capitales donde la energía se concentra y en los enclaves más apartados donde el saber se refugia en tiempos de caos. Gente común cuyos nombres en muchos casos no registra la historia, esos salvadores de libros que son los auténticos protagonistas de este ensayo.
PREMIO NACIONAL DE ENSAYO 2020.
Premio el Ojo Crítico de Narrativa 2019.
Premio Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020.
Premio Búho al Mejor Libro de 2019, que otorga la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro.
Premio Acción Cívica.
Premio Nacional Promotora de los Estudios Latinos 2019.
Premio José Antonio Labordeta 2020.
Premio de la Asociación de Librerías de Madrid al Mejor Libro del Año en la categoría de No Ficción.
Francis Scott Fitzgerald - Suave es la noche
Antonio Tabucchi - Cuentos
Casi todos los cuentos de Antonio Tabucchi en un solo volumen para disfrutar del escritor en formato breve.
La maestría literaria de Antonio Tabucchi no se plasma solo en sus novelas, sino que también impregna su producción cuentística. Reunimos en este volumen los cinco libros de relatos del escritor italiano (aunque portugués de adopción), que permiten valorar su virtuoso dominio de la forma breve, así como la variedad de sus temáticas y sus escenarios.
El lector se topará aquí con una Toscana secreta y embrujada, con las calles de Lisboa, Estambul, Varsovia y Bucarest, con un tren que hace el recorrido entre Bombay y Madrás, con un Berlín por el que deambula un ex agente secreto que espió a Bertolt Brecht y con las historias de ballenas y balleneros de las Azores que configuran Dama de Porto Pim.
sábado, 3 de abril de 2021
Semana Santa e ISAÍAS
Si la Semana Santa del año pasado fue diferente, la de este año,.es más diferente porque es hasta diferente de la anterior. En 2020 fue una de las pocas veces, que no bajé a Medina, la pandemia provocó que no saliéramos de casa y, aunque, según me dijeron, se sentía una enorme tristeza por no haber podido sacar los pasos; aunque había la gran esperanza de que, para el año que viene, todo habría pasado y las cosas volverían a ser como siempre. Pero el año que viene ha llegado y vuelve a pasar lo del año pasado, aunque con menos gentes. El virus nos está dejando desorientados, vacíos y con pena, con muchas penas.
Hoy, he recordado otras Semanas Santas, y que siempre escribía unas líneas sobre estos días en Medina, ha debido ser este recuerdo y una lectura, los que me han hecho que me pusiera a escribir en el blog.
Con cierta extrañeza, he pensado que, probablemente no volveré a pasar la Semana Santa en Medina y por tanto, no volveré a escribir sobre estos días tan especiales para los riosecanos y forasteros. No es que sea una resolución taxativa, sino que es la vida la que me lleva a pensar esto. Todo cambia y mi vida también. Sin embargo, no dejo de pensar en mis padres. Uno es de donde se encuentra su familia.
Y, estos pensamientos simultáneos a la escritura, me llevan a la Semana Santa de 2019, a la vuelta del viaje de Turquía cuando, y por un dolor de garganta, mi vida viró. A partir de ese momento, nada ha sido igual para mí, ni para algunas personas que me rodean. Parece que no, porque todavía sigo aquí, hablo y escribo, pero no.
Y escribo esta entrada gracias a la lectura de Isaías que he oído. Me gusta Isaías, normalmente es bastante claro además de poético. Esta lectura, creo que lo confirma. Después de leerlo, no tenemos duda de que el amor sale de aquí, lo demás es farándula.
su nombre es ‘Señor de los ejércitos’.
Tu redentor es el Santo de Israel;
será llamado ‘Dios de toda la tierra’.
Como a una mujer abandonada y abatida
te vuelve a llamar el Señor.
¿Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?,
dice tu Dios.
Por un instante te abandoné,
pero con inmensa misericordia te volveré a tomar.
En un arrebato de ira
te oculté un instante mi rostro,
pero con amor eterno me he apiadado de ti,
dice el Señor, tu redentor.
Me pasa ahora como en los días de Noé:
entonces juré que las aguas del diluvio
no volverían a cubrir la tierra;
ahora juro no enojarme ya contra ti
ni volver a amenazarte.
Podrán desaparecer los montes
y hundirse las colinas,
pero mi amor por ti no desaparecerá
y mi alianza de paz quedará firme para siempre.
Lo dice el Señor, el que se apiada de ti.
Tú, la afligida, la zarandeada por la tempestad,
la no consolada:
He aquí que yo mismo coloco tus piedras sobre piedras finas,
tus cimientos sobre zafiros;
te pondré almenas de rubí
y puertas de esmeralda
y murallas de piedras preciosas.
Todos tus hijos serán discípulos del Señor,
y será grande su prosperidad.
Serás consolidada en la justicia.
Destierra la angustia,
pues ya nada tienes que temer;
olvida tu miedo,
porque ya no se acercará a ti’’.
Is 54, 5-14.