Todos días del puente de la Hispanidad los aproveché para ir a Madrid en familia. Fue un viaje fenomenal, guardo un muy estupendo recuerdo. Alicia y yo queríamos visitar museos y también caminar por la capital y, en función de sus deseos, organizamos estos días. Tuvimos mucha suerte de coger con suficiente antelación las habitaciones en el hotel Cortezo y desde allí nos movimos. El primer día la comida fue un acierto en Torcuato, la terraza con mucho ambiente. La decoración del restaurante es singular, la comida rica. Luego fuimos a visitar con guía el Palacio de Liria, bonito y muy interesante constatar en vivo cómo la historia de esta familia está ligada a la historia de España. Llama la atención también que pueda existir este oasis en medio del ruido de la ciudad.
Como está relativamente cerca, al terminar la visita nos acercamos al Templo de Debod. Había muchísima gente esperando la puesta de sol, que fue espectacular. Fue una lástima porque no había agua. Luego nos fuimos a tomar un chocolate en San Ginés. Los golosos del equipo se relamieron y yo me deleité con los recuerdos a Luces de bohemia y a Valle Inclán.
Como está relativamente cerca, al terminar la visita nos acercamos al Templo de Debod. Había muchísima gente esperando la puesta de sol, que fue espectacular. Fue una lástima porque no había agua. Luego nos fuimos a tomar un chocolate en San Ginés. Los golosos del equipo se relamieron y yo me deleité con los recuerdos a Luces de bohemia y a Valle Inclán.
Al día siguiente, por la mañana, fuimos a ver La Galería de las colecciones reales. Sabía donde estaban, pero no el sitio por el que se accede y como está un poco escondido y al fondo, fue siguiendo a la gente que dimos con ella. Tenía muchas ganas de hacer esta visita. Es impresionante el volumen de obras que hay y la calidad de las mismas. me resultó muy agradable ver uno de los cartones para tapices de Goya hecho tapiz, siempre lo había pensado que nunca había visto uno. ¡Ah! la comida de este día no resultó nada bien en el Café Gijón. Aproveché para ir a al fundación Mapfre a ver una exposición de Sorolla muy corta Por la tarde, fuimos a pasear por El retiro. Es estupendo este parque. El palacio de cristal, la Palacio de Velázquez , sedes del museo Reina Sofía. Luego, nos habían aconsejado un sitio para cenar de tortillas que, al parecer, está muy de moda, pero no nos atendían y al final nos fuimos a cenar a un restaurante cerca del hotel, pero por el otro lado.
El último día, ya no desayunaron chocolate, ni churros, ni porras cerca de la plaza Mayor. Tenían un visita al Museo del Prado y yo preferí ir a la. academia de Bellas Artes de San Fernando. Me encantó, el personal super amables. Tengo que volver porque solo pude ver la primera planta. Lo que tienen de Goya allí me dejó impresionada, no me lo esperaba. ¡Todavía no entiendo por qué he tardado tanto tiempo en ir a visitar este museo con la cantidad de veces que he ido a Madrid! Pero siempre es lo mismo, no hay tiempo suficiente para hacer más de lo que hago, por suerte esta vez he visto cosas que tenía muchas ganas de ver aunque no fui de museos.
Luego nos juntamos para comer en un sitio de pescado que nos gusta mucho en la calle Santa Brígida Ribera do Miño. Luego fuimos a Sol a hacer algunas compras y enseguida se hizo la hora para ir a buscar las maletas y marchar a buscar el tren.
Tengo que añadir también que fue estupendo poder participar de la fiesta de la Hispanidad. La Castellana estaba abarrotada con la cantidad de gente que fue a presenciar el desfile de las fuerzas armadas y, aunque todo estaba cortado, pudimos ir a donde habíamos quedado con paciencia y un poco más de tiempo. Algo muy bonito de haber vivido.
Otro recuerdo estupendo con la familia.
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