La influencia del estilo de Pedro Pablo Rubens en otros
artistas ha hecho del arte barroco flamenco uno de los momentos más sugerentes
y visualmente atractivos de la cultura occidental.
Rubens fue el motor de una fuerza creadora que conquistó la Europa del siglo XVII. Sus arrebatadas composiciones, de un dinamismo casi violento, y la sensualidad que transmite su obra supusieron la definición de la pintura del Barroco.
Las casi sesenta piezas de esta exposición, incluyendo El nacimiento de Apolo y Diana, La muerte de Séneca y La Inmaculada Concepción, provienen del Museo Nacional del Prado. El conjunto revela la carga intelectual y el estilo distintivo de Rubens y sus coetáneos flamencos, y se divide en siete ámbitos: Pasiones divinas, Imagen y contrarreforma, La creación arrebatada, Mecenazgo y coleccionismo, Arte y propaganda, Rostros y personalidades y, por último, Dentro y fuera y Naturaleza muerta, naturaleza viva.
La creatividad inigualable de Rubens, su influencia y la renovación estética que promovió protagonizan esta exposición, en la que sus cuadros dialogan con las obras de artistas como Van Dyck, Jordaens o Brueghel.
La muestra reúne obras y objetos procedentes de los fondos menos conocidos del Museo Nacional del Prado.
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