Por suerte, se siente que hay que soltar el último lastre para que el globo vuele, aunque sea a su deriva.
Por suerte, se sueltan las amarras y la balsa se adentra en el mar donde puede que la trague una ballena, como a Pinocho o puede que unas sedosas brisas la depositen sobre la fina arena de una playa paradisíaca.
Por suerte, se sueltan las amarras y la balsa se adentra en el mar donde puede que la trague una ballena, como a Pinocho o puede que unas sedosas brisas la depositen sobre la fina arena de una playa paradisíaca.
Por suerte, el corazón, como los buenos vinos que tras años encerrados para afinarse en botella, se abre y nos dedica sutiles y complejas notas de cata.
Por suerte, te das cuenta de que ocuparse más del mapa que del territorio es tan arriesgado como ocuparse solo del territorio y olvidarse de lo que le circunda.
Por suerte, te das cuenta de que ocuparse más del mapa que del territorio es tan arriesgado como ocuparse solo del territorio y olvidarse de lo que le circunda.
Por suerte, la concordia va ganando terreno y las cruzadas, con poco sentido y menos estrategia, van dejando paso a sendas más rasas.
Por suerte, a los amigos los sientes cerca aunque estén lejos.
Por suerte, a los amigos los sientes cerca aunque estén lejos.
Por suerte, la vida sigue. Il faut faire avec…
Por suerte, al hablar de literatura, hablamos un poco de nosotros mismos…
Por suerte, al hablar de literatura, hablamos un poco de nosotros mismos…
Por suerte, Caminante no hay camino, se hace camino al andar; golpe a golpe, verso a verso.
5 comentarios:
Qué bonito, me ha gustado, gracias. Lauri
Gracias a ti. Gracias por tu comentario. Hasta una próxima ocasión. Saludos.
Si te dijera que de vez en cuando lo releo. me gusta mucho este escrito. Ana
Me ha gustado mucho,la aventura que supone vivir,experimentar,nuevos rumbos,se cierran puertas,se abren nuevas..muy bonito.Gemma
Muchas gracias. Un beso.
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