Aunque Pissarro fue uno de los pintores fundacionales del
movimiento impresionista, ha quedado caracterizado y por tanto relejado a ser
el pintor por excelencia de paisajes. Esta exposición así lo confirma porque muchos de los 70 cuadros que la
componen – salvo algún retrato de su familia- son paisajes de los pueblos y ciudades donde
Pissarro vivió. En la mayoría de estas telas, representa paisajes rurales con gentes que hacen un descanso de sus labores de campo o que charlan con sus
vecinos o que contemplan los elementos de la campiña que las rodean en algún camino, senda que parece como que invitara al espectador a adentrarse en el cuadro y recorrerlo también, amparado por árboles centenarios cuyos erguidos
troncos verticales contrastan con la horizontalidad de la vía o de los muros.
En otras ocasiones, Pissarro representa casas de campo incrustadas en el paisaje o huertos de frondosas verduras y hortalizas, símbolos del trabajo laborioso de las gentes del campo.
En otras ocasiones, Pissarro representa casas de campo incrustadas en el paisaje o huertos de frondosas verduras y hortalizas, símbolos del trabajo laborioso de las gentes del campo.
Junto a todos estos elementos propios de los paisajes de la
campiña francesa, llama la atención, que en algunos de estos cuadros, incluya, con una naturalidad a penas disonante, otros que nada tienen que ver
con aquellos, como son las nuevas fábricas de altas chimeneas, cuyo humo se mezcla
con las blancas nubes del cielo. Esta simbiosis de componentes persigue simplemente la
belleza gracias a las pincelas cortas y de vivos colores, más que la narración
de alguna historia.
Pissarro, tras una
breve inclusión en el Puntillismo, va a sumarse a la moda– como su amigo Monet
hiciera con la fachada de la catedral de Rouen- de hacer series de un mismo paisaje; en este
caso son de las calles y bulevares de París cuando, por razones de salud, tuvo que regresar a la capital y como no podía salir a pintar al aire libre,
pintaba lo que veía desde lo alto de su ventana.
Los cuadros que cierran esta interesante muestra sobre Camille Pissaro, Padre del Impresionismo, también son de
paisajes, pero bien distintos a los anteriores, porque las estampas que recoge representan, sobre todo, la actividad propia de los de los puertos de la costa
de Normandía.
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