"Siempre hay algo
auténtico en cada falsificación".
Hablaba ayer con mi amiga Ana, de todo un poco
y desde luego también de cine; me dijo que sus primos -Margareto
claro-, tenían en cartel La mejor oferta; que le apetecía verla y que si yo la había visto. - ¡Ah! Pues aquí no sé si la echan
todavía. Miré el periódico y le dije que sí. Es una película
larga, pero pasa pronto; el ritmo lo marca el protagonista, Virgil Oldman, un subastador, experto en arte y antigüedades, maduro, soltero, engreído,
solitario, arrogante, maniático, que rehuye el contacto con las personas,- siempre va enfundado en guantes-, y de gustos extraordinariamente refinados. Uno de los mejores momentos de sus días, es
entrar en una sala secreta que tiene en su casa, - esto me recordó la habitación de René, la conserje de La elegancia
del erizo-, para contemplar los cuadros
de mujeres que penden de sus paredes y
que fueron pintadas por los más afamados pintores de todos los tiempos.
Esta extraordinaria colección la ha ido consiguiendo a lo largo de toda su
vida, con la ayuda de su 'socio' Billy Whistler.
Un buen día, su vida intensa
en cuando a lo laboral pero solitaria en cuanto a lo afectivo, va a verse zarandeada
hasta lo más profundo: Claire Ibbetson, una rica heredera lo va a llamar para
que se haga cargo del inventario de los enseres de su villa–palacio. Esta misteriosa mujer, a la que nadie ha
visto,- no sale de casa porque parece agorafobia-, va a hacer que se
despierten en Virgil sentimientos que creía adormecidos po siempre y que hable de ellos con Robert, un joven inventor-reparador, que le va a dar consejos sobre cómo seducir a una mujer, cada vez que va a su tienda con unas nuevas piezas, que Virgil saca a escondidas de la villa de Claire y que son partes de una autómata supuestamente del siglo XVIII.
Virgil cree estar haciendo su trabajo, un
inventario sobre los objetos de la casa de Claire para subastarlos, pero en realidad, detrás de
todo esto hay un entramado muy complejo que él, de ningún modo, puede llegar a imaginar tan metido como está en esta historia, igual que el espectador que sabe casi lo mismo que sabe el protagonista; aunque el
director va soltando discretos mensajes que van apuntando
a un, para muchos, claro final y que yo no lo tenía del todo certero. Este
final, para estos mismos, no está ni mucho menos bien resuelto y baja varios
peldaños su estima hacia esta cinta de Giuseppe Tornatore.
Independientemente de todas estas consideraciones, la película
me hizo pensar sobre el engaño y especialmente sobre Virgil y su experiencia vital tardía que le trastoca
del todo. Además, me recordó muchísimo
lo que le pasó a Poe al final de su vida
y que es el contenido de un post que tengo ya casi terminado y que aparecerá uno de estos días en Le coin des
archives.
La mejor oferta.
Director: Giuseppe Tornatore.
Italia. 2h 4 minutos.
Estreno 5 julio 2013
*Palmarés:
6 Premios David di Donatello.
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