La relación entre Émile Zola y Paul Cézanne comenzó en el colegio, en Aix-en-Provence. Zola era hijo de padre italiano y cuando este falleció, su familia pasó dificultades económicas. La familia de Cézanne, era rica. Poco a poco con el paso de los años cada vez fue más estrecha, y cada uno tiene un objetivo diferente, el primero hacerse escritor el primero, pintor el segundo. Zola poco a poco se va ir abriendo camino en el mundo literario hasta convertirse en un escritor de prestigio y padre del Naturalismo. A Cézanne, sin embargo, le costó mucho más, sobre todo porque no fue bien valorado por los académicos, que además le consideraban como una persona ruda y pueblerina; él tampoco se sintió cómodo en París y 'se refugió' en su región natal.
En 1886, Zola publicó el cuarto volumen de la saga des Rougon-Macquart, La obra, en la que uo de los personajes es Claude Lantier, un pintor maldito. Cézanne se reconoce en él; se enfada con su amigo y le recrimina que haya utilizado vivencias comunes compartidas. La relación entre ambos se va enfriando. Zola se acaba casando con la mujer Cézanne había estado antes, mientras este último no acaba de ser feliz con la mujer que comparte su vida.
Al cabo de los años, la pintura de Cézanne acaba siendo reconocida y hoy se le considera el padre de la pintura moderna.
He tenido la suerte de poder ver esta película porque ya hacía bastante que había sido estrenada, además el fin de semana anterior, alguien me dijo que había ido a una exposición y yo, confundí Cézanne con Monet. Creo que a Cézanne le hubiera molestado ya que él superó al Impresionismo, aunque a Monet lo respetaba, pero el error ahí se ha quedado, seguiré yendo a exposiciones y disfrutando de los buenos pintores.
Cézanne et moi
Duración: 114 min.
País: Francia. 2015.
Director: Danièle Thompson
Reparto: Guillaume Gallienne, Guillaume Canet, Déborah François, Alice Pol, Alexia Giordano, Sabine Azéma, Isabelle Candelier, Laurent Stocker, Hugo Fernandes, Tamara Vittoz.
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