El escritor Alejandro Morellón (Madrid, 1985) ha ganado el IV premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez con El estado natural de las cosas (Caballo de Troya), una colección de siete relatos. "Su tono es convincente, ocurrente y eficazmente irónico. La metáfora que reside en sus argumentos fantásticos refleja con gran exactitud nuestras preocupaciones cotidianas", ha dicho el jurado encabezado por Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional de Argentina, durante el fallo la mañana del miércoles en Bogotá. "Uso la fantasía de manera intencionada, es un recurso que me nace de mis lecturas de niño", explica el autor a EL PAÍS. "La ficción no se riñe con la realidad para explicar la realidad".
El escritor, primer español en ganar este premio, competía contra Liliana Colanzi de Bolivia con Nuestro mundo muerto; Federico Falco, argentino, y Un cementerio perfecto; la escritora también española Soledad Puértolas con Chicos y chicas; y Daniel Salinas Basave, de México, que llegó a la final con Días de whisky malo. Morellón recibirá 100.000 dólares y su libro circulará en las 1.445 bibliotecas públicas de Colombia como parte del premio organizado por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia. "Me hace especial ilusión que los colombianos tengan acceso a mi libro".
A la fantasía, Morellón le añade el humor y la ironía como una extensión de sí mismo. Es su manera de infiltrarse en sus relatos. "Yo soy chistoso de nacimiento", asegura el que fuera finalista del premio Nadal en 2015 con su primera novela Y he aquí un caballo blanco, "nunca he podido prescindir de esta parte de mi forma de ser".
Este recurso literario ha sido destacado por los miembros del jurado compuesto también por el escritor colombiano Roberto Burgos Cantor; la narradora, periodista, crítica literaria y traductora argentina, Vlady Kociancich; la traductora canadiense de literatura española, Anne McLean; y el cineasta y escritor español Vicente Molina Foix. "Los conflictos de pareja se concretizan en la división física de la arquitectura de una casa; la tragedia de la pobreza cotidiana en nuestras sociedades está contada en la tragicomedia de un hombre que decide vender su mano izquierda; las catástrofes naturales tan presentes en nuestra época se enfrentan no como tragedias ni dando lugar a la resignación, sino creando rituales que divinizan, por ejemplo, a un huracán, con ofrendas humanas”, continúa la valoración.
Durante el agradecimiento, Morellón ha recordado la figura de Gabriel García Márquez como un mentor, "un reflejo en el cual encontré una referencia literaria". Al lado del autor colombiano están los libros de Kafka, otro de los referentes que aparecen en la manera de contar en corto de este escritor que no quiere renunciar al cuento. "Me dio a conocer, me va a acompañar de por vida porque me representa", dice. "Ya hay muchos y buenos ejemplos que han contribuido a superar la disyuntiva entre la novela y el relato, como la editorial Páginas de Espuma en España". El autor no cree que este género sirva de justificación o de paso previo a libros más extensos.
Por eso adelanta que su próximo proyecto tendrá más de 10 páginas. Prepara una novela. Siempre con una bala en la recámara, como recordó durante sus palabras de agradecimiento. "Si no fuera escritor, me gustaría ser librero. Considero la condición de librero como la de un farmacéutico que recomienda y vive de los libros”.
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