XXIX À R.G.R.
El sol de los derrotados
brilla sobre nuestras almas.
La luna de los vencidos
sobre nuestros cuerpos. ¡Alas
por donde nace la luz
para otra luz más lejana!
¡Labios, para gritar en silencio
siempre las mismas palabras,
los mismos sueños al viento,
que repiten nuestras bocas
sin descanso. Cuando el alba
sea nueva aún y eterna,
naceremos; cuando el alba
rota de voces secretas
nos junte eternos, nos abra
su luz para nuestros ojos,
naceremos.
Y otras voces y otros siglos
-al sol de los derrotados
y a la luna-, ya sin almas,
serán cuerpos que recuerden
en ti, todas tus palabras
y tus nombres,
y que traigan por el viento,
sobre sus cuerpos, el alba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario