Fueron los griegos los primeros en utilizar el término ‘cosmos’ (kosmos) para describir una totalidad ordenada, donde cada parte ocupaba un lugar en el universo. Y a esa totalidad la llamaron orden, armonía, es decir, cosmos, un todo dotado de la armoniosa belleza de lo ordenado. Con una visión sobre el contenido del Universo y los sistemas científicos elaborados a lo largo de la historia para conocerlo y comprenderlo se presenta la exposición COSMOS en la BNE comisariada por Don José Manuel Sánchez Ron y constituída por algo más de 200 piezas, entre las que figuran las obras más destacadas de la historia de la ciencia (Euclides, Arquímedes, Ptolomeo, Copérnico, Vesalio, Kepler, Galileo, Newton, Lyell, Darwin, Maxwell…), en su mayoría, primeras ediciones.
“La diferencia fundamental entre el lenguaje propio de los humanos y las formas de comunicación de otras especies reside en el contenido cognoscitivo y no solamente emotivo de aquél, resultado del desarrollo de las circunvoluciones que regulan la vocalización y la elaboración de la información recibida a través de los aferentes visuales y auditivos, así como de otros sistemas sensoriales”. Rita Levi Montalcini (1988).
Caben destacar los Cuadernos de Leonardo, los cuadros del Museo del Prado, el gran tapiz, “Hércules sostiene la esfera terrestre”, manufactura bruselense, de Patrimonio Nacional, la fenomenal maqueta del Telescopio Herschel que Carlos III encargó para el Observatorio Astronómico de Madrid, el “Arca matemática”, un arcón de instrumentos matemáticos de Carlos II (1675), dos esferas armilares, una geocéntrica y otra heliocéntrica, las maquetas de barcos del Museo Naval y las de aviones del Museo de Aeronáutica y Astronáutica, el modelo (de gran dimensión) de la máquina de vapor "Lady Pamela", los bellísimos mapas antiguos o los ejemplares botánicos y zoológicos del Jardín Botánico y el Museo de Ciencias Naturales.
“Cosmos” trata de presentar la Naturaleza a través de cuatro grandes apartados: “Universo”, “Tierra”, “Vida: Flora y fauna” (incluyendo “Homínidos y homo sapiens”) junto a los productos más distinguidos de la acción humana para comprender y dominar esa Naturaleza, “Ciencia y Tecnología”, con el claro propósito de educar en el conocimiento científico de la Naturaleza, del Cosmos.
La exposición parte del concepto de Universo y la creación del mundo, la medida del tiempo y la Astronomía como ciencia de contemplación del espacio, a través de personajes como Aristóteles o Copérnico e inventos como el telescopio. Le sigue la Tabla de Elementos como símbolo de la tierra, la circundan cuatro proyecciones TIERRA, AGUA, FUEGO y AIRE, los cuatro elementos del mundo clásico que se reflejan en los 118 actuales. Suena el agua como símbolo de VIDA.
“Nuestro mundo se está desmoronando en silencio. La civilización humana ha reducido las plantas – una forma de vida de 400 millones de años – a tres cosas: alimento, medicina y madera”. Hope Jahren (2016).
VIDA sobre la tierra, la Botánica, la Zoología, cómo el hombre a través de grandes expediciones conoce su planeta, cómo este es estudiado por Humboldt en sus imágenes del Chimborazo, Cartas de Navegación, láminas de Mutis, de animales, Darwin y sus discípulos, hasta el comienzo del mundo tecnológico de Volta al electromagnetismo.
Acaba la exposición de nuevo en el infinito del COSMOS, desde Arquímedes a Leonardo, el vuelo y los viajes espaciales como un guiño al futuro representado por una maqueta del cohete “Ariane 2”, de la familia de lanzaderas proyectada por ESA, y otra de la sonda “Viking” utilizada en la exploración de Marte, en definitiva, un mundo inabarcable y en el que todavía queda mucho por explorar y conocer.
BIBLIOTECA NACIONAL
Del 19 de marzo al 23 de septiembre
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