El primer libro que elegí fue Divina Comedia, Dante Alighieri que, aunque es gordo, pensé que lo leería rápidamente porque es poesía; no obstante, me costó terminarlo mes y medio y eso por varias razones: porque he leído una edición magníficamente anotada y comentada y no podía dejar de leer las aclaraciones y estas explicaciones me llevaban a buscar en Internet otras informaciones y esto ralentizaba la lectura. Pero, no solo por eso he tardado ese tiempo, también porque mi cabeza estaba en otros eslabones, pero sueltos. Elegí la Dividna Comedia porque tenía ganas de leerlo, aunque luego supe que se celebraba el Año Dante y que además, pude visitar la exposición de la Biblioteca Nacional. Esto si que fue maravilloso, pero no terminaron aquí todas las emociones de su lectura porque cuando leía los verbos de Dante, me acordaba de Rodin, entre otros artistas que han tenido a la Comedia como punto de referencia para realizar sus obras.
Luego siguieron estos títulos rescatados de la biblioteca desahuciada:
Primer amor, Первая Любовь de Iván S. Turguenev, me ha gustado más de lo que yo creía en un primer momento. Creo que marca una manera de análisis psicológicos de los protagonistas.
Tres cuentos franceses: Le géant Yeux de George Sand; La filandière de Honoré de Balzac; La bouillie de la comtesse Berthe de Alejandro Dumas. Unos cuentos de corte clásico.
Tarás Bulba de Gogol. Una novela histórica, una epopeya protagonizada por feroces familias de guerreros cosacos.
H. G. Wells: La guerra de los mundos. El hombre invisible. Dos clásicos de la literatura juvenil que recogen los nuevos descubrimientos científicos.
Estos son los libros que he leído estos meses. Ahora empezará el otoño. Este otoño será muy diferente para mí. Mis deseos de que estos meses pasen lo mejor posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario