HORACIO.- Si vuestro espíritu siente alguna aprensión, obedecedle. Yo impediré que vengan aquí, diciéndoles que os halláis indispuesto.
HAMLET.- Nada de eso; no creo en presagios; hasta en la caída de un gorrión interviene una providencia especial. Si es esta la hora, no está por venir; si no está por venir, esta es la hora; y si esta es la hora, vendrá de todos modos. No hay más que hallarse prevenido. Pues si nadie es dueño de lo que ha de abandonar un día, ¿ qué importa abandonarlo tarde o temprano? Sea lo que fuere.
William Shakespeare, Hamlet, príncipe de Dinamarca; acto quinto, escena II.
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