La película cuenta la historia de Aya, una joven de Costa de Marfil que, el día de su boda, ante el altar, dice que no se casa con el hombre que la habían elegido y, sin saber por qué ni cómo, la vemos en Guangzhou, China, integrada en este lugar, habla chino y trabaja en un tienda de té cuyo propietario Cai, la inicia en la cultura y la ceremonia del té en la trastienda de su negocio. Esto hace que se vaya tejiendo una relación entre ellos. Ella parece feliz así. Luego se van entrecruzando otros mundos, por ejemplo la importante colonia de africanos que hay en este lugar de China, Aya va a su peluquería. También el mundo de los jóvenes chinos que están en los comercios. Al final, aparece la compleja vida de Cai porque está separado y, además tiene un hija en Cabo Verde a la que no ve desde hace muchos años, sueña con ir a verla. El final es sorprendente o no tanto, las culturas comparten espacios, pero no corazones.
De este director, había visto su anterior película, ‘Timbuktu’ que me gustó mucho, pero esta otra desconcierta un poco, el hilo narrativo es cambiante, se cuentan cosas que no acaban de estrecharse entre sí o quedan en suspenso, pero es un bonita película.
Black Tea - Té Negro.
Dirección: Abderrahmane Sissako.
Guion: Kessen Tall, Abderrahmane Sissako.
Reparto: Nina Melo. Personaje : Aya ; Han Chang. Personaje : Cai ; Wu Ke-Xi. Personaje : Ying ; Michael Chang. Personaje : Li-Ben.
Duración: 111 min.
País: Francia 2024
Coproducción Francia-Mauritania-Luxemburgo-Taiwán-Costa de Marfil; Archipel 35, Cinéfrance Studios, Dune Vision.
Premios
2024: Festival de Berlín: Nominada a Oso de Oro - Mejor película.
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