Durand-Ruel apoyó primero a pintores como Eugène Delacroix y Gustave Courbet, así como a la llamada «Escuela de Barbizon» (Camille Corot, Charles-François Daubigny o Jean-François Millet, entre otros), para emprender poco después su empresa más afamada: la promoción de los artistas impresionistas, entre ellos, Claude Monet, Auguste Renoir y Camille Pissarro. En la última década del siglo XIX Durand-Ruel se embarcó en una nueva (y menos conocida) aventura: dar apoyo y difusión a una nueva generación de pintores, la formada por Albert André, Georges d’Espagnat, Gustave Loiseau, Maxime Maufra y Henry Moret.
Herederos del impresionismo, trabajaron en un contexto artístico agitado y estimulante, en que convivían las personales propuestas de Van Gogh y Cézanne, la experimentación neoimpresionista de Georges Seurat y Paul Signac o las investigaciones sintetistas de Paul Gauguin. Aunque han sido tradicionalmente catalogados como ‘generación postimpresionista’, su obra muestra diversas tendencias, desde la afinidad al impresionismo de los paisajistas Moret, Maufre y Loiseau a la preferencia por las escenas de género, los retratos y la pintura decorativa de D’Espagnat y André.
Paul Durand-Ruel y los últimos destellos del impresionismo quiere, por un lado, dar a conocer la figura de este extraordinario marchante y mecenas; por otro, contextualizar y poner en valor la obra de los cinco artistas “postimpresionistas” por los que apostó y otorgarles el puesto que merecen en la historia del arte.
Comisaria: Claire Durand-Ruel Snollaerts.
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