Me gustan mucho estos días de Fiestas, siguen teniendo ese gusto de siempre. Las
ciudades, los pueblos se vuelven más acogedores
y da gusto pasear por ellos, a pesar del
frío. A cada paso, encuentras motivos que te recuerdan que es Navidad: la verticalidad de los inmensos abetos te acompaña en el deambular por las tiendas en
busca del regalo que buscas; al caer la tarde, cuando ya está oscuro, las luces plateadas, magentas, azules metalizados, doradas, verdes esmeralda, iluminan
las calles y al mirar a lo lejos se
asemejan a una sucesión de estrellas multicolor. Para no desentonar con este marco pre festivo, los escaparates de las boutiques están en consonancia con las fechas y se atavían con esplendidos
trajes de noche, cajas doradas con
grandes lazos rojos, copas y botellas de champagne para celebrar el año nuevo.
Tampoco
los escaparates de las tiendas de ultramarinos se quedan atrás; los ágapes familiares dan bastantes quebraderos de cabeza y para aliviar semejantes cavilaciones, se
esfuerzan en ofrecer un sinfín de productos exquisitos como si se tratara de la
última edición de La mejor selección gourmet en viandas y caldos, que harán las delicias de los paladares de mayor relieve y de los más esplendidos
monederos; aunque, en estos días, la comida es la comida y "un día es un día, no vaya a ser que…"
Además de todo esto que está fuera, quedan todavía los anuncios de la Tele, que veo con gusto. Algunos son bonitos de verdad tanto los nuevos, que son realmente originales; como los remakes de los años anteriores que continúan conservando ese gusto por lo que les precedió o incluso los que no son nuevos y se siguen pasando exactamente igual que en ediciones anteriores porque hay productos, por ejemplo algunas colonias, que no son de moda para algunas de las afamadas marcas de ropa.
Además de todo esto que está fuera, quedan todavía los anuncios de la Tele, que veo con gusto. Algunos son bonitos de verdad tanto los nuevos, que son realmente originales; como los remakes de los años anteriores que continúan conservando ese gusto por lo que les precedió o incluso los que no son nuevos y se siguen pasando exactamente igual que en ediciones anteriores porque hay productos, por ejemplo algunas colonias, que no son de moda para algunas de las afamadas marcas de ropa.
Todo esto junto, me arranca momentos de ilusión, de fantasía; despierta mis sueños, despega esperanzas con el único deseo de que se expandan porque, a pesar de que esta es la mejor cara de la
Navidad, la más amable, la más
agradable; no quiero dejar de recordar este año, a amigos y conocidos que, por una cosa u
otra, por unas cosas y por otras, pasarán días de media sonrisa.