"Todo vale y nada es suficiente."
Hace algún tiempo que pensaba en cómo sería este momento. No podía imaginármelo, ¡hace ya tanto tiempo!, o al menos, a mí me lo ha parecido. Pero ya no hace falta que lo piense ni que lo imagine más, ya ha llegado: el empiece de este otoño es diferente.
Hasta ahora, era como el momento en el que parecía que tenía que echar cuentas de las que el balance no solía ser del todo positivo para mi hacienda. Siempre había algo en lo que no había acertado a mejorar, a reanimar, a renovar, a transformar. A crear, a explorar, a avivar, a desempolvar, a pulir, a rematar. A aligerar, a mudar, a reponer, a devolver. A imitar, a pedir, a elegir, ... Pero es que, atinar en todo es muy difícil... De ello tiene idea la sabiduría popular y lo resume con un: "El que mucho abarca poco aprieta".
Pero, ¿qué es mucho y qué es poco? Pues, son dos adverbios de cantidad, de cantidad indefinida, su valor es 'relativo' y está en función de quién los utilice y con qué los esté comparando. Por eso, mucho, para algunos, es demasiado y para otros no es asaz. Sin embargo, poco, en general, sí es exiguo y en raras ocasiones suficiente. Debe ser por eso por lo que, a veces, al que tiene mucho no le sobra y al que tiene poco, no le hace falta más. Curioso, ¿verdad?
Hasta ahora, era como el momento en el que parecía que tenía que echar cuentas de las que el balance no solía ser del todo positivo para mi hacienda. Siempre había algo en lo que no había acertado a mejorar, a reanimar, a renovar, a transformar. A crear, a explorar, a avivar, a desempolvar, a pulir, a rematar. A aligerar, a mudar, a reponer, a devolver. A imitar, a pedir, a elegir, ... Pero es que, atinar en todo es muy difícil... De ello tiene idea la sabiduría popular y lo resume con un: "El que mucho abarca poco aprieta".
Pero, ¿qué es mucho y qué es poco? Pues, son dos adverbios de cantidad, de cantidad indefinida, su valor es 'relativo' y está en función de quién los utilice y con qué los esté comparando. Por eso, mucho, para algunos, es demasiado y para otros no es asaz. Sin embargo, poco, en general, sí es exiguo y en raras ocasiones suficiente. Debe ser por eso por lo que, a veces, al que tiene mucho no le sobra y al que tiene poco, no le hace falta más. Curioso, ¿verdad?
Sea escaso o suficiente; apretar y abarcar, algo se aprieta, algo se abarca. Siempre albergamos proyectos nuevos o tenemos almacenados viejos que abrillantamos con el cambio de temporada; pero, apretar, abarcar..., algo se aprieta, algo se abarca, casi sin proponérnoslo.
A mí, con mirar mis estanterías, ya me queda claro lo que tengo que seguir abarcando este otoño ya sin mayor apremio o imposición, porque algunos están ahí desde hace un tiempo, y se están poniendo afónicos de tanto llamar mi atención e incluso un poquito celosillos; porque yo, queriendo o sin querer, he ido eligiendo otros.
A mí, con mirar mis estanterías, ya me queda claro lo que tengo que seguir abarcando este otoño ya sin mayor apremio o imposición, porque algunos están ahí desde hace un tiempo, y se están poniendo afónicos de tanto llamar mi atención e incluso un poquito celosillos; porque yo, queriendo o sin querer, he ido eligiendo otros.
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