Desde el cielo se ve
que la naturaleza ha desplegado ya todo su esplendor. El Páramo está verde,
de un verde intenso que no se escurre tras los últimos rayos de la tarde. Las lluvias
han sido generosas estos meses pasados y el sol, como para rematar esta tarea, no
se esconde para ver mejor crecer los cereales.
Parece que sigue haciendo buen tiempo esta vez, por lo que, preparar la maleta, para el viaje de estas fechas, resulta siempre un poco enmarañado.
Hay que poner un poco de todo y nunca hay del todo suficiente: unas veces, te
falta abrigo, otras te sobran las chaquetas, como está ocurriendo esta Semana Santa, que desde el Domingo de Ramos, las temperaturas son
colmadamente primaverales por lo que los
riosecanos llenan las calles y los
vestidos de estreno de ligeras muselinas
pueden lucirse, sin pasmarse de frío, durante la Procesión de Las Palmas, o de La borriquilla -como popularmente se la conoce- que sale de Santiago. Este día es el
preludio de la Semana Grande de Medina.
Este año, salen todas las procesiones que llevan sin hacerlo, por lo menos, desde hace dos años por
trastadas de la lluvia. Las previsiones se han cumplido y el tiempo no ha
impedido que, tanto las tallas del Jueves Santo como las del Viernes, se retiren de las iglesias por una tarde y conviertan, por unas horas, a la calle Mayor, en un museo vivo la cual, para acompañarlas en su recorrido, ha engalanado sus balcones con los estantes tricolores -negro, blanco y
morado- de las cofradías y bajo sus soportales, dé cobijo a todos: propios y extraños, residentes y forasteros,
vecinos y turistas, estos últimos que, cargados con tremendos teleobjetivos, pretenden capturar la mejor
instantánea durante este desfile de magníficas imágenes del arte religioso de la Escuela Castellana.
La consideración de que la Semana Santa de Medina es algo
extraordinario, no es solo un sentir de los habitantes de la Ciudad de los
Almirantes sino que la Dirección General del Patrimonio la ha calificado
como Fiesta de Interés Turístico Internacional desde hace
cinco años. Como bien se recoge en la revista del avión Aladierno del mes de abril.
La Junta de Semana Santa es el organismo que sigue poniendo
todo su empeño en dar a conocer al Mundo las procesiones de Medina, simbiosis de fe, tradición y cultura. Parece que lo está consiguiendo, como puede comprobarse en su sitio web.
Sin embargo, la Semana Santa sigue siendo muy de Rioseco y de los riosecanos, ¡es
más que la fiesta mayor de San Juan! ya que en estas fechas, el pueblo acoge, de nuevo, a sus Hijos que ya no viven aquí, pero que vuelven estos días porque no han querido
romper nunca el vínculo que les une a su Paso desde que un día, probablemente al poco
de nacer, su padre, su padrino o algún miembro de la familia les hiciera Hermano, Hermana de La Oración del Huerto, de Jesús Atado a la Columna, de La Dolorosa, de El Cristo de la Paz, de El
Longinos o la Escalera,... para continuar, así, con la tradición familiar de varias generaciones.
http://www.airnostrum.es/ficheros/770_1_ALADIERNO188%20WEB.pdf
"Los rayos, Maestro, de tu suave lumbre..." : Miguel de Unamuno, El Cristo de Velázquez .
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