Esta novela
tenía prevista leerla en Semana Santa, pero hasta ahora no he encontrado el
tiempo que creí que tenía que dedicarle. Cuando la elegí, había un señor haciendo también cola en la caja, que me
dijo que le había gustado, pero que “había mucho Comunidad Valencia”; Lo que me dejó un poco desconcertada , no supe cómo interpretarlo porque,
En la orilla ha conseguido algo muy difícil de lograr: aunar alabanzas de
crítica y lectores. Está buena acogida ha sido refrendada, por ejemplo, con el Premio de la Crítica, puesto que, para muchos, Chirbes con En la orilla, está a la altura de
los más grandes escritores realistas: Balzac, Víctor Hugo, Dickens, o de
Faulkner,…. Este halago se vuelve de mayor importancia si se tiene en cuenta
que él sigue fiel a su propio estilo,
muy alejado de las modas y de las apetencias editoriales.
En la
orilla, se desarrolla en torno al marjal de Olba, humedal donde no solo viven diferentes
especies de flora y de fauna sino que, desde siempre, ha ido incubando un
microcosmos particular que sirve de desahogo a aquellos que tienen algo que esconder o
hacer desaparecer. Con algo de este tipo comienza esta novela densa, de lectura
lenta, en la que Rafael Chirbes desgrana, por un lado, los estragos que la crisis está produciendo de forma colectiva y
general y por otro, los que causa a los individuos concretos. Y así, poco a poco, pero
de manera acre e incisiva, va ir planeando y poniendo rostros y nombres propios a las personas que van a sufrir los
destrozos originados por aquellos que no
han sabido poner freno a la codicia, a la avaricia y que, a la vez, han sido víctimas, de los que tenían un ansia desorbitado y ningún escrúpulo y solo querían ganar dinero, sin
importarles quién se quedara por el camino. Toda una espiral.Con este perfil ambivalente aparece Esteban, que ha tenido que cerrar la carpintería familiar que
había funcionado muy bien durante años y dejar en la calle a sus empleados, por 'montarse' al tren de la ambición. Él,
que es ya mayor y sólo se ocupa de cuidar a su padre enfermo, refresca su pasado más
remoto, pero también el más cercano, exento de cualquier atisbo de amor o
cariño. Esteban está triste y pesaroso por sentir
el peso del fracaso sobre sus espaldas a una edad en la que él cree, que es difícil rectificar.
En la
orilla, es una novela poco amable, agria, de las que tienes que parpadear porque de sus líneas manan reflejos cegadores de la realidad que nos envuelve.
En la Orilla.
Rafael Chirbes.
Anagrama, 2013.
440 páginas.
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