Martin Provost, con Violette, rescata del ostracismo y rinde homenaje a Violette Leduc, interesante y sin embargo, olvidada, escritora francesa del siglo XX. Violette comprende veintidós años (1942-1964) de la vida de esta autora a quien Provost, con cierto gusto,nos va presentando a lo largo de más de dos horas. El realizador pone énfasis en hacer llegar a los espectadores, con la mayor naturalidad posible, el alma de esta mujer, frecuentemente enamorada y casi siempre desilusionada.
Violette, psicológicamente frágil, decide
seguir los consejos del escritor Maurice Sachs y comienza a contar los
recuerdos de su infancia, que desde siempre fueron una fuente de sufrimiento para esta mujer que culpabiliza de sus penas a su madre por haberla convertido en una bastarda.
De esta
manera, descubre en la escritura el mejor remedio
para no perder la razón, encauzar sus
deseos de ser amada: por su madre, por los hombres, por las mujeres y después por sus
lectores, así como sus ansias de independencia.
Violette va a entregar sus manuscritos a Simone De Beauvoir con quien entabla una amistad, no siempre fácil, que durará toda su vida, será ésta quien la anima a seguir escribiendo, puesto que descubre en ella a una escritora de prosa muy personal y dotada de talento para la literatura, por lo que pone todo su empeño en conseguir que Violette publique sus obras, pero hará falta tiempo y mucha energía para conseguirlo y sobre todo, para sobrellevar las escenas y los desalientos de su protegida.
Violette va a entregar sus manuscritos a Simone De Beauvoir con quien entabla una amistad, no siempre fácil, que durará toda su vida, será ésta quien la anima a seguir escribiendo, puesto que descubre en ella a una escritora de prosa muy personal y dotada de talento para la literatura, por lo que pone todo su empeño en conseguir que Violette publique sus obras, pero hará falta tiempo y mucha energía para conseguirlo y sobre todo, para sobrellevar las escenas y los desalientos de su protegida.
El éxito
le llega en 1964 con la publicación de La Bâtarde, que hubiera ganado el prestigioso
premio Goncourt si no hubiera sido porque algunos de los miembros del jurado lo consideraron escandaloso.
De esta película, hay que
destacar las excelentes interpretaciones
de las dos protagonistas femeninas: Emmanuelle Devos, que representa a la perfección la compleja personalidad de Violette y
de Sandrine Kiberlain en el papel de la serenísima Simone De Beauvoir; así como las del resto de los compañeros de reparto.
La
película que se hace un poco larga, por momentos, me recordó al poco de
empezar, no solo por la temática, sino también por el tono en el que está
narrada, a Séraphine que obtuvo siete Césars en la edición de 2008. A la salida,
me enteré que era el mismo director.
VIOLETTE
Dirigida: Martin Provost.
Reparto: Emmanuelle Devos, Sandrine Kiberlain, Catherine Hiegel, Olivier Gourmet, Olivier Py, Jacques Bonaffe, Nathalie Richard, Stanley Weber, Fabrizio Rongione.
País: Francia, Bélgica. 2h19min.
Estreno: 6 novembre 2013.
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