Nathalie es profesora de filosofía, igual que su marido, aunque de tendencias muy diferentes: en ella se ve la influencia de Rousseau pasado por Platón y Sócrates y en su marido, más germánica, la de Schopenhauer. Tienen dos hijos ya mayores, que ya son independientes. Además, Nathalie se ocupa de su madre una antigua modelo que está perdiendo la cabeza.También está Fabien, un excelente antiguo alumno que se ha ido a vivir a una comuna en Vecors. Aparentemente todo está bien.
Sin embargo, un buen día, su vida de pequeña burguesa parisina empieza a desvanecerse: su marido le dice que la deja, que se va a vivir con una chica más joven; sus editores le anuncian que van a renovar sus publicaciones y darles un aire más moderno, más comercial; el estado de salud de su madre se agrava y la tiene que internar hasta que, al final, fallece. A pesar de lo que le está ocurriendo, casi ninguna emoción deja escapar Nathalie, parece que llevara con entereza o indiferencia todo lo que le está pasando, salvo el ocuparse de Pandora, el gato negro de su madre, al que es ‘alérgica’ y acaba dejándoselo a Fabien. Tal vez, el único momento en el que afloran sus sentimientos es cuanto le anuncian que ha sido abuela y tiene a su nietecito entre sus brazos. Por otra parte, podríamos aventurar que, quizás, Nathalie vea todo lo que le está ocurriendo como una segunda oportunidad para vivir de un modo muy diferente de como lo hacia hasta el momento.
Sin embargo, un buen día, su vida de pequeña burguesa parisina empieza a desvanecerse: su marido le dice que la deja, que se va a vivir con una chica más joven; sus editores le anuncian que van a renovar sus publicaciones y darles un aire más moderno, más comercial; el estado de salud de su madre se agrava y la tiene que internar hasta que, al final, fallece. A pesar de lo que le está ocurriendo, casi ninguna emoción deja escapar Nathalie, parece que llevara con entereza o indiferencia todo lo que le está pasando, salvo el ocuparse de Pandora, el gato negro de su madre, al que es ‘alérgica’ y acaba dejándoselo a Fabien. Tal vez, el único momento en el que afloran sus sentimientos es cuanto le anuncian que ha sido abuela y tiene a su nietecito entre sus brazos. Por otra parte, podríamos aventurar que, quizás, Nathalie vea todo lo que le está ocurriendo como una segunda oportunidad para vivir de un modo muy diferente de como lo hacia hasta el momento.
L ‘avenir es una película lineal en cuanto a la sucesión de acontecimientos lo que te lleva a tener la impresión de que más que una historia parece que sea una crónica; parece como si fuera una especie de película de autor que mantiene un tono muy neutral durante la hora y 38 minutos que dura. A los que encuentren interesante esta forma de hacer cine y a los incondicionales de Isabelle Huppert (a la que, por cierto, últimamente he visto haciendo casi el mismo papel, estoy pensando en La ritournelle) encontrarán la película excepcional.
Este conjunto de singularidades es el que debió ver el jurado de la Berlinale 2016 que otorgó a esta joven directora, Mia Hansen-Løve, el Oso de plata al mejor realizador.
Este conjunto de singularidades es el que debió ver el jurado de la Berlinale 2016 que otorgó a esta joven directora, Mia Hansen-Løve, el Oso de plata al mejor realizador.
L'avenir / El porvenir.
Director: Mia Hansen-Løve.
Reparto: Isabelle Huppert, Edith Scob, Roman Kolinka, André Marcon, Sarah Le Picard, Solal Forte, Elise Lhomeau, Lionel Dray, Marion Ploquin.
Duración: 100 min.
País: Francia. 2016.
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