La película es un western inspirado en una historia real sucedida en la frontera norte de Australia en 1929, región en la que la ley y la justicia están en manos de los blancos. Sam, su mujer y su sobrina son aborígenes, viven como criados en casa de propietario blanco muy religioso que les trata como iguales. Un día, un vecino, un blanco llamado Harry March, le pide que le permita que sus criados lo ayuden a reparar la cerca y a limpiar la casa, él accede, sin nisiquiera sospechar que, desde este día, todas las desgracias se desatan porque este tal Harry March es un hombre que no respeta a los "negros" y, además está muy perturbado desde que participara en la
I Guerra Mundial.
Un día, se presenta armado, en casa del propietario porque busca a un chico que se le ha escapado y tiene el convencimiento de que Sam lo esconde. Empieza a disparar y, en defensa propia, Sam mata a Harry March. Sam coge a su mujer Lizzie y huyen hacia las tierras de los nativos porque tienen la certeza de que los blancos los van a ahorcar, al ser ellos negros. La pareja será perseguida de forma incansable por las autoridades, pero no les pillan, serán ellos quienes se entreguen a las autoridades quieren pensar que tendrán un juicio justo. El juicio se celebra en un ambiente muy tenso y con la sentencia de muerte rondando por el cuello de Sam.
Decidí ir a ver Sweet contry en el último momento, iba a ir a ver una francesa pero, pensé que, si no me fallaba la memoria, sería la primera película australiana que vería, a pesar de que dudaba por el tema. De todos modos, creo que es una película que merece la pena verse pero, toca temas sensibles, es cruda a pesar del título.
Sweet Country
Dirección: Warwick Thornton.
Reparto:Hamilton Morris, Bryan Brown, Sam Neill, Thomas M. Wright, Matt Day, Ewen Leslie, Anni Finsterer, Natassia Gorie Furber, Tremayne Trevorn Doolan, Gibson John.
Duración:112 min.
País: Australia. 2017.
Premios
2017: Festival de Venecia: Premio Especial del Jurado.
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