Pero a los que honran mi nombre
los iluminará un sol de justicia
que lleva la salud en las alas.
Hace unos meses, desde que empezó todo, me llevo haciendo la misma pregunta: "¿Por qué no estoy escribiendo sobre lo que me está ocurriendo?". Sinceramente, no he sabido cuál es la respuesta. Tal vez lo que sí sepa, es que no haya una sola respuesta, sino varias: intensidad de lo acaecido, tristeza, cansancio físico, tener que estar pendiente de rendez-vous, etc. Recuerdo que, en otros momentos de gran intensidad vital, escribía y, sin embargo, ahora que es un momento fundamental para seguir viviendo, no lo he hecho. A mi entrañable amiga Mª Victoria, le ha extrañado que no haya escrito en el blog y, con el cariño de siempre, me ha sugerido que, aunque solo sean unas notas, escriba para que no se me olvide lo que estoy viviendo. Gracias a esta cálida conversación con ella, me ha venido a la cabeza que antes encontraba motivos de escritura en las situaciones más anodinas y que escribía sobre los más diversos temas a base de ocurrencias, asociaciones de conceptos, teorías, conversaciones...Todo esto se fue pasando a medida que me fui alejando de los barullos y que los ruidos se hicieron cada vez más lejanos y esa ha seguido siendo la tónica. Sin embargo, me doy cuenta de que escribí mucho sobre Medina, cosa que no me extraña porque iba tan a menudo y con tanto agrado que mi corazón estaba sencillamente apacible, feliz, sosegado.¡Cómo me gustaba hablar de las gentes de "mi pueblo", de sus costumbres, de sus paisajes, de la niebla, de los amaneceres! Todo esto se debía de notar porque no hay nada que despierte mayor curiosidad que la dicha.los iluminará un sol de justicia
que lleva la salud en las alas.
Pero la vida sigue y sigue para tomar el camino sin regreso, camino que posee una especie de un magnetismo por el que, una vez entrado en él, es imposible salir. Y así he comprobado que, por senda alguna, han regresado mis seres más queridos, que su vano no se cierra nunca y como la desorientación del perder los referentes de tus orígenes hace tambalear tu sino. Generalmente, la vida te reconduce, esperas recuperarte de semejante extravío, pero a medida que pasa el tiempo no siempre ocurre así ya que no hay tregua ni sosiego para los que batallan en ambos lados del camino y ellos no lo saben.
En el mismo marco y sin salirme del guion, también me ha dado tiempo para seguir reflexionando y si algo me ha maravillado de mí misma, ha sido de la capacidad que he tenido de volcarme en los que comparten conmigo un momento de la vida, estuvieran lejos o cerca, me ha dado igual. De esto no me había dado cuenta hasta ahora, a pesar de que, una vez, Serge, mi estimado Serge, hace más de doce años, al ver como manejaba mi vida, me dijo que no se puede dar siempre porque se acaba. Fue una manera muy poética de prevenirme. Yo entendí perfectamente lo que me decía porque mi madre decía lo mismo: " Donde quitas y no pon, se llega al hondón" y porque ya estaba recibiendo señales de los efectos que, esta manera de vivir, ocasionaba pero, ¿cómo se puede poner freno al que corre veloz a inmolarse en el destino? porque, si algo tengo claro, es de que si no encajas, te empotras y, por si te faltase ayuda para intentar hacerlo mejor la vez siguiente, aparece una persona que no está contenta, y te pide más y, ¿cómo te vas a negarle nada cuando lo importante es que esté complacida? No te olvides de que siempre está peor que tú. Sin querer, empiezas a dejar tus cosas para mañana, un mañana que se aleja y, como ese mañana está permanente lejos, no importa porque no molesta. Pero ese mañana llega, te pilla a contrapie y comienzas a dudar un poco de todo, sobre todo, cuando te das cuenta de que, aquello que antes solo les ocurría a los demás, ahora te está ocurriendo a ti y lo tuyo es grave, incluso muy grave aunque tu aspecto no lo señale. Hasta para eso se es diferente... así que nunca tendrás la clemencia de los facinerosos, al contrario, todavía se puede echar "más madera".
Pero volvamos a la calma del hoy es hoy, el ayer ya ha pasado, unas veces bien, otras mejor porque, en estos momentos, lo que toca preguntarse es por el futuro. En estos momentos, lo más importante, lo único relevante es que exista un mañana para aquellos que brillan por las estrellas.
** Esculturas de Louise Bourgois.
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