Franz y Fani Jägerstätter son un feliz matrimonio que vive con sus tres hijas en su granja alpina en Sankt Radegund, Austria. Son campesinos, viven y trabajan rodeados de un impresionante paisaje montañés. Viven integrados en la tierra que trabajan, que les da sustento y felicidad. Tienen muy buenas relaciones con sus vecinos. Su mundo es feliz.
Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial todo cambia, los vecinos comienzan a respaldar el nazismo y ven en la guerra y en las ideas xenófobas un buen ideario. Sin embargo, Franz no se deja arrastrar por la corriente mayoritaria, tiene fuertes convicciones cristianas y no quiere prestar juramento a Hitler y se convierte en el primer objetor de un mundo de ferviente nacionalismo y creciente ideología de odio. El rechazo de sus vecinos hacia él y su familia es cada vez más manifiesto, pero nada le hace cambiar de opinión, ni siquiera por los consejos que, gentes que le quieren bien, le dan. El amor incondicional de su esposa y su fe inquebrantable, se convertirán en sus principales aliados para afrontar las graves repercusiones que su decisión provocará...
Es una película larga, que se hace larga porque los fotogramas ( que son maravillosos) de paisajes, de personas, de partes del cuerpo de personas, se repiten con lo que se produce una saturación visual narrativa. Esta película me la aconsejó Ana quien me dijo que le había gustado mucho. A mí menos. No recuerdo a ver visto más películas de este señor.
Dirección: Terrence Malick.
Reparto: August Diehl, Matthias Schoenaerts, Valerie Pachner, Michael Nyqvist, Jürgen Prochnow, Bruno Ganz, Martin Wuttke, Karl Markovics, Franz Rogowski, Tobias Moretti, Florian Schwienbacher.
Duración: 180 min.
País: Estados Unidos. 2019.
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