La lectura es vida, genera vida, presta vida, da vida. La vida de los nombres, adjetivos, pronombres, verbos y adverbios se alinean una tras otra; rellenan los espacios blancos y vacíos de las páginas; se depositan en rojo en las arterias, en el corazón, en el cerebro, en las lágrimas, en la cara, en el alma...
Por eso tengo la sensación de que mi vida se ha parado desde finales de verano, que está suspendida en el abismo de un acantilado, en las profundidades marinas, en el vacío. ¡Qué pérdida de vida! No he podido leer nada con tanto trajín que he tenido, con tanta desilusión, con tanto tristeza acumulada, con tanto temor hondo, jondo, jondo como el cante, jondo, como el poema de Federico García Lorca, jondo el cante. Pero es que casi, casi, me roban toda la esperanza; casi, casi me quedo atolondrada del todo, bueno lo estoy un poco; casi, casi, " muero sin vivir en mí"; casi, casi... Y con estos casis, estoy escribiendo ahora porque, lo que no sabía era que tenía estos aljibes tan profundos; que era capaz de semejante acopio. Pero ahora está todo al borde. Sin embargo, me resisto a pensar y eso que me dijo que, no ha empezado todavía y que lo peor va a llegar ya, en unos días, como llegaba, en el invierno, el viento del norte, el gallego, que decía mi padre; la bise, como lo llaman en Ginebra; que todo lo corta con su látigo de escarcha.
La lectura da vida a mi blog y a mí, porque cuando no sé lo que me pasa, recurro a las historias, a los personajes, a la vida de la vida de todos y creo que se está cumpliendo el esquema, la estructura interna de la historia de mi vida.
Teniendo como premisa que, en la vida venimos, hacemos lo que nos toca y hasta donde nos toca y después nos retiramos; creo que soy lo más parecido a un héroe de una tragedia. Las tragedias, dicen, son la prolongación, el desarrollo del tercer acto de una obra de teatro, es decir, en las tragedias, asistimos al desenlace, a un desenlace largo, a un desenlace en tres actos. Este desenlace empieza con un hecho trágico: abril 2019; continúa el 20 de agosto 2019. Va evolucionado y, más tensión narrativa el 5 de diciembre, ahí parecía que el héroe se iba a salvar. Llegamos al clímax y, sin embargo, la Fortuna no lo había establecido así, y por más que lo intenta, el héroe va a acabar ajusticiado, muerto y sepultado... sin honor, sin honra, sin nada... y sin embargo,...la vida...; el héroe es vida, transciende la vida.
Héroes somos y en héroes nos convertiremos cuando se baja el telón sin haber derramado ni una gota en el escenario.
* " Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras": Del evangelio según san Mateo 11, 16-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario