Ahora con este otro post quiero dar las gracias por los días que he pasado en Guaza y que han sido unas magníficas vacaciones de en casa de José y de Alicia porque, sin yo saber nada, habían preparado un recorrido cultural por la provincia de Palencia que me ha gustado mucho, muchísimo.
El primero día fuimos a la villa romana de La Olmeda. Es una maravilla. No sé a quién habría que agradecer que, el 5 de julio de 1968, D. Javier Cortes Álvarez de Miranda la descubriera en terrenos de su propiedad y que durante varios años, con solo sus recursos, la fuera dando a conocer. Ahora las instituciones velan por este legado de importantísimo valor histórico. Me encantó. Luego fuimos a Saldaña que está cerca, era ya era de comer y probamos en la Casa torcida. En Saldaña son famosas las alubias blancas y las ciegas. Es un pueblo bonito.
Al día siguiente fuimos a Santiago de Compostela con Dani. Muy emocionante. Santiago tiene un sabor especial y ya he hablado de este día en el post de las Edades del Hombre.
El domingo nos quedamos en casa, vinieron todos a comer, ¡qué contenta de poder verlos a todos y al peque especialmente!.
Al final de la mañana fuimos a tomar los famosos huevos rebozados del bar Perico. Riquísimos.
El miércoles fuimos a visitar San Juan de Baños. Me hizo mucha ilusión porque recordaba que la había estudiado en Historia del arte de COU. Su interior está como la recordaba de las imágenes de las diapositivas de la profesora Helena, Luego fuimos a comer al restaurante Casa Chesmy en el que trabaja una amiga de mi cuñada.
Y se acabaron estas mini vacaciones cuidada y bien cuidada. Cogí el tren en Palencia el jueves. Había llegado el jueves anterior, pero a Valladolid para pasar la tarde con mi amiga Elena, pero el tren llegó con mucho retraso y no encontrábamos ningún sitio para comer. Nos salvó un riquísima tortilla y unos torreznos en la plaza mayor.
Fueron unos días estupendos junto a mi familia y amigos y imbuida de extraordinaria cultura.
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