Parque Duque de Osuna - Medina de Rioseco |
De paseo por El Parque entrada ya la tarde de verano.
Sentadas en un banco bajo los árboles, tres mujeres mayores.
Una señora y una chica joven que la acompañaba se paran a saludar a una de las tres señora:
_ ¿Qué tal estáaas? Hace mucho que no te veo. ¿Cómo te han quedado de la cadera?
- Bien, muy bien, de maravilla, puedo andar sola sin andador ni muleta ni nada.
- Me alegro mucho - responde la madre.
- Sí, pero sino fuera porque no puedo con las piernas… Yo ya noto que una está de más aquí.
- ¡Ay, mujer no diga eso!- le dice la chica joven- Pero ¿ cuántos años tiene, usted? Desde que yo la recuerdo tiene usted el mismo aspecto: casi no tiene arrugas y tiene usted el mismo pelo con las ondas de siempre.
- 90 años- le responde con un cierto tono de coquetería-, pero, ya nada es lo mismo, que siento que mi marido me llama con él.
- ¿Su marido ha fallecido recientemente? - le pregunta la chica.
- Bueno, hace 28 años, pero yo siento que él me llama.
- ¡Ah! ¿ y desde hace 28 años que la está llamando y usted ni caso? – Le contesta la chica joven, en un cariñoso tono de jocosa ironía.
- ¿¡Eh!? Yo siento que él me llama y que ya estoy de más aquí.
- Bueno, pues me alegro de verte – intercedió la madre, que suavemente había cogido de la mano a su hija para continuar su paseo.
La madre algo le decía a su hija cuando se alejaban. La chica respondía con una sonrisa.
Un poco más adelante, llega el jaleo de la emoción de los niños que juegan en los columpios.
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