Un shuar iba de cacería e incrédulo imitó el canto del sapo Kuartam, que vive en los
árboles. "Kuartam-tan, Kuartam-tan", lo retó en medio de la noche, pero nada pasó.
“Kuartam-tan, Kuartam-tan, a ver si me comes", dijo y rió.
No lo hagas, le había dicho su mujer, porque puede transformarse en un tigre. No le creyó.
Kuartam, el sapo, se convirtió en felino y lo comió. Nada se escuchó de su ataque, pero la
mitad del cuerpo del shuar había desaparecido.
Al alba, la muchacha decidió matar a Kuartam. Llegó hasta el árbol donde el
batracio cantó la noche anterior. Tumbó el árbol que al caer mató a Kuartam, que se había
convertido en un sapo con un estómago inmenso.
La mujer cortó rápidamente la panza de Kuartam y los pedazos del shuar rodaron por los
suelos.
La venganza no le devolvió la vida al shuar pero su mujer pudo contar que nunca es bueno
imitar a Kuartam.
A lo lejos de la tupida floresta se escuchó un nuevo: "kuartam-tan, kuartam-tan", sin saber
si era un sapo o un shuar a la espera de un tigre.
(http://ecuadorleyendas.homestead.com/sapokuartam.html
1 comentario:
Me ha gustado mucho. Irene
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