Nunca hubiera imaginado que, un día, fuera a escribir en mi blog sobre este tema, porque cuando empecé Le coin des archives no tenía en mi cabeza que algo así, fuera a sucederme. Siempre que me ha ocurrido una tristeza, he intentado no hablar de ello directamente y me esforzaba en utilizar un lenguaje mayormente connotativo, pero heme aquí, que voy a escribir sobre mí y lo que me ha acontecido, bueno, en realidad, menos, más sobre las personas que han venido a cogerme de la mano para que pudiera continuar hacia adelante. Unas de estas manos cálidas, delicadas, ejecutoras, precisas, esmeradas, detallistas, de las que Júlia dijo que "eran de oro" son "de tu amigo el pimpollo mal peinado", como lo llamó, cariñosamente, Irene. Tengo que precisar que ni es mi amigo, ni es un pimpollo, ni va mal peinado, simplemente no se peina ¡y le quedan una greñas...! pero eso no importa o importa poco, aunque llame la atención su ser con su estar porque lo que de verdad importa, es lo que ha hecho y rehecho con sus manos porque tuvo que volver sobre el mismo escenario, a su pesar y al de todos, por supuesto el mío.
Ahora que han ido pasando las semanas, pienso en que ha sido una de las personas que he tenido la suerte de conocer durante esta segunda mitad de año en la que creí, por momentos, no tener ya más futuro. Y por qué digo que ha sido una suerte, pues porque no hay muchas personas así, con este compromiso con su trabajo, asumir la responsabilidad que conlleva, una persona que hace lo que sabe, no lo que puede, porque siempre se puede menos. Así de simple o mejor, así de complejo porque no ha sido fácil seguirlo.
Ahora que han ido pasando las semanas, pienso en que ha sido una de las personas que he tenido la suerte de conocer durante esta segunda mitad de año en la que creí, por momentos, no tener ya más futuro. Y por qué digo que ha sido una suerte, pues porque no hay muchas personas así, con este compromiso con su trabajo, asumir la responsabilidad que conlleva, una persona que hace lo que sabe, no lo que puede, porque siempre se puede menos. Así de simple o mejor, así de complejo porque no ha sido fácil seguirlo.
Al principio, es difícil aceptar que uno no puede hacer nada, -sobre todo para las personas que somos de hacer- que va a ser a él a quien le toque hacerlo todo, por lo que preocuparse, no sirve para nada, es él quien se ocupa. Después se acepta esta evidencia, se asume lo poco que tendrás y se sigue, y se sigue así, casi a ciegas, sin casi información ni atención. Ejecuta y a esperar resultados. Visitas rapidísimas. Todo va según lo previsto. Hasta que sale lo no previsto.
Con tanto trajín, se pierden, se olvidan y se molesta al creer algo que no había sucedido. ¡qué oportunidad perdida de desmentir a la Señora del primer día!. Nunca entendí el porqué, pero valió el resto de los sustantivos: voluntad, consideración, prolegómenos, lady Godiva, memoria, nuevo rezongue-llamada... Creo que ha valido casi todo, pero no todo por muy brillante que sea y por más que me recuerde, en muchos momentos, a mí misma que, aunque yo no soy tan brillante, me defiendo, siempre me he defendido, aunque, después de estos meses, me encuentre más débil, sensible, delicada e incluso insegura. Solo espero que sea momentáneo y pueda seguir desarrollando mi labor sin que se note.
De las otras manos, he hablado ya: las de mi familia y mis amigos más cercanos y de los no tan cercanos, sin embargo, de las que no he hablado todavía son de tantas y tantas manos tendidas, de las de mis vecinos, conocidos y de las muchas personas relacionadas con mi trabajo, de lo que estoy realmente sorprendida. La verdad es que no me esperaba que mis circunstancias pudieran estar presentes en el sentir de todas estas personas y que me hicieran llegar su cariño y lo mucho que me echaban de menos. " Vuelve, por favor, te necesitamos", me escribieron. Esto llega hondo y acaricia el alma. Pocas alternativas te dejan deseos como este.
Con tanto trajín, se pierden, se olvidan y se molesta al creer algo que no había sucedido. ¡qué oportunidad perdida de desmentir a la Señora del primer día!. Nunca entendí el porqué, pero valió el resto de los sustantivos: voluntad, consideración, prolegómenos, lady Godiva, memoria, nuevo rezongue-llamada... Creo que ha valido casi todo, pero no todo por muy brillante que sea y por más que me recuerde, en muchos momentos, a mí misma que, aunque yo no soy tan brillante, me defiendo, siempre me he defendido, aunque, después de estos meses, me encuentre más débil, sensible, delicada e incluso insegura. Solo espero que sea momentáneo y pueda seguir desarrollando mi labor sin que se note.
De las otras manos, he hablado ya: las de mi familia y mis amigos más cercanos y de los no tan cercanos, sin embargo, de las que no he hablado todavía son de tantas y tantas manos tendidas, de las de mis vecinos, conocidos y de las muchas personas relacionadas con mi trabajo, de lo que estoy realmente sorprendida. La verdad es que no me esperaba que mis circunstancias pudieran estar presentes en el sentir de todas estas personas y que me hicieran llegar su cariño y lo mucho que me echaban de menos. " Vuelve, por favor, te necesitamos", me escribieron. Esto llega hondo y acaricia el alma. Pocas alternativas te dejan deseos como este.
No obstante, este año ha sido duro, tanto que algunas personas que han estado cerca han deseado que terminara pronto porque 2019 no había sido bueno contigo, me decían, lo que es, y visto así por encima, cierto, ya que desde finales de abril, he sufrido un importantísimo encontronazo con la vida. El tropiezo ha sido tan inesperado que me ha costado erigirme en protagonista, y es por eso por lo que, todavía hoy me pregunto cómo he tenido este aceptable equilibrio emocional y tanta serenidad que me han ayudado a seguir con todo sin deteriorarme más. Ahora pienso que ha debido de ser el haber sentido muy cerca a parte de mi familia, a mis amigos y luego, claro está, a mi fe. Sin todo junto, veo difícil que hubiera podido ir pasando las etapas, las ausencias, los olvidos,... Y sí, todo eso es cierto, y sin embargo, pienso también que, en 2019 ha salido a la luz, lo que, al menos, lleva diez años solapado y me estaba conduciendo a un punto cercano al no retorno. Es por lo que me inclino a pensar que este año no ha sido tan malo conmigo, porque, a pesar de las penalidades y de que, probablemente no hay resolución definitiva, he vuelto a la vida, sigo atada a ella, por lo que doy gracias todas las mañanas al ver la luz del nuevo amanecer. No sé, por supuesto, con cuánta vida he vuelto, pero entiendo que no menos que con la vida que se me ha otorgado esta segunda vez y, gracias a muchas personas de las que no me olvido, esta tercera vez, si os parece mejor así.
Ahora tengo el compromiso de seguir. Espero que con la ambición de llegar a ser mejor que antes y dejar atrás todo lo que de feo he sentido. Espero no malograr el trabajo que conmigo han hecho y seguir aceptando aquello que determinen los que me tienen en sus manos. No sé qué clase de vida voy a tener a partir de ahora, pero me gustaría recibirla, cuidarla, sentirla, vivirla y dejar que mi pensamiento no vaya allá donde habita el olvido porque mi vida es vida y tal vez, se le haya concedido un nuevo resplandor.
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