“Así empieza lo malo y lo peor queda atrás”. Shakespeare.
No sé qué puedo decir de la última novela de Marías que no se haya dicho ya. Se empezó hablar de ella creo que en junio. Yo la compré después de verano, pero la rescaté de la estantería después de Navidad, tiempo suficiente para que fuera recibiendo extensísimos elogios por parte de la crítica nacional e intencional y de miles de lectores; -no en vano ha sido considerada la mejor novela de 2014-. A mí, una de las loas que más me han gustado ha sido la del Premio Principe de Asturias 2014, John Banville: «Javier Marías es un escritor maravilloso.»
Todo esto podía parecer parte del bombo mediático y, sin embargo, estas alabanzas no son, ni mucho menos, exageradas porque al acabar de leer la novela, cuando pasas la mano por la contraportada al cerrarla, reencuentras esa sensación de haber leído un relato extraordinario, extraordinario por su calidad. La novela está tan bien estructurada que, apenas recalas en que la anécdota no es excepcional y, sin embargo, la trama te va atrapando, unas veces, por la manera en que está contada; otras porque, por momentos, te va calando el exhaustivo análisis psicológico de alguno de los personajes y de sus circunstancias contado todo ello, con mucho tiento, por el narrador, narrador protagonista, narrador interno un, ya no tan joven Juan de Vere; y, las más de las veces, porque reconoces la pericia narrativa del autor al manejar todo ello. Esto no solo es 'oficio', que lo es.
De todo esto, te vas dando cuenta poco a poco porque, al principio, me pareció demasiado densa. La lectura no me cundía, parecía que masticaba las palabras, y entendía por qué a N. no le acaba de gustar este autor. Pero todas estas sensaciones fueron pasando. Los ratos de lectura fueron más provechosos, avanzaba más, a pesar de que me paraba a menudo a subrayar o a pensar sobre lo leído. Y así, poco a poco, empecé a disfrutar de la lectura de esta novela, a admirar, por ejemplo, la maestría con la que el autor mezcla todos los registros lingüísticos sin que nada rechine. Este fenomenal manejo de registros hacía que, en más de una ocasión, los giros y vocablos que utilizaban los personajes me recordaban los que empleamos en casa y en otras ocasiones, por el contrario, tuviera que señalar palabras que desconocía su significado -como cuando leo en francés- para buscarlas en el diccionario.
El final de la historia de Eduardo Muriel, afamado director de cine; de su mujer, Beatriz Noguera; del joven secretario-ayudante de aquel, Juan de Vere y de varios conocidos del matrimonio: doctor Jorge Van Vechten, el Profesor Francisco Rico, Roy; se intuye, pero no por ello, dejas de leer y de entender el título de la novela que, al principio, sorprende pero, al final, no tanto porque nadie sale ileso de la relación de los unos con o contra los otros, como sucede en la vida de todos los días.
Título: Así empieza lo malo.
Autor: Javier Marías.
Editorial: Alfaguara.
Nº de pág.: 536.
Fecha publicación: 23 de septiembre 2014.
2 comentarios:
N sólo intentó leer a Javier Marías hace muchos, tantos años... que después de tu excelente comentario, piensa que debe volver a intentarlo. El libro que yo tengo es El hombre sentimental... ¿lo vuelvo a intentar con este? ¿o me lanzo sin más tregua a "Así empieza lo malo"?. Gracias, Covadonga!
Gracias a ti, tus comentarios sobre autores y obras son siempre acertados.
Besos.
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