Ma part du gâteau es una comedia dramática, es decir , cuenta una situación dramática desde el prisma de la comedia. La protagonista, France, separada, vive en Dunkerque con sus tres hijas. De la noche a la mañana cierran su empresa, la deslocalizan.
Decide ir a París a buscar trabajo y encuentra un puesto de femme de ménage en la casa de Steve, un francés que trabaja entre la City de Londres y París. Steve vive en un magnífico apartamento con vistas a la Tour Eiffel, en el barrio de la Défense. En casa de Steve, France entra en contacto con un mundo diametralmente opuesto al suyo. Steve es un exitoso trader: joven, rico, atractivo,egoísta,ambicioso, arrogante, amante de poseer tanto dinero como personas, de los que se sirve para satisfacer sus ambiciones.
Decide ir a París a buscar trabajo y encuentra un puesto de femme de ménage en la casa de Steve, un francés que trabaja entre la City de Londres y París. Steve vive en un magnífico apartamento con vistas a la Tour Eiffel, en el barrio de la Défense. En casa de Steve, France entra en contacto con un mundo diametralmente opuesto al suyo. Steve es un exitoso trader: joven, rico, atractivo,egoísta,ambicioso, arrogante, amante de poseer tanto dinero como personas, de los que se sirve para satisfacer sus ambiciones.
Contada así, la película tiene toda la pinta de ser la típica historia de un hombre de negocios deshumanizado que, al contacto con esta mujer sencilla pero llena de sensibilidad, va a ser "redimido". Pero no.
A pesar de que en la película los guiños a Pretty Woman son frecuentes, esto no es cine a lo Hollywood y el hecho de que France escuche una conversación telefónica de Steve con un amigo, hace que la historia cambie bruscamente de registro y se precipite hacia un final para nada esperado, aunque un poco enrevesado. El escenario se traslada a Dunkerque y allí la máxima solidarité, fraternité et égalité de los amigos y compañeros de trabajo de France tiene validez frente al excelente e influyente Steve que va a terminar arrastrándose por los suelos, cuando los obreros se enteran de que este hombre, Steve, es uno de los responsables del cierre de su empresa.
A pesar de que en la película los guiños a Pretty Woman son frecuentes, esto no es cine a lo Hollywood y el hecho de que France escuche una conversación telefónica de Steve con un amigo, hace que la historia cambie bruscamente de registro y se precipite hacia un final para nada esperado, aunque un poco enrevesado. El escenario se traslada a Dunkerque y allí la máxima solidarité, fraternité et égalité de los amigos y compañeros de trabajo de France tiene validez frente al excelente e influyente Steve que va a terminar arrastrándose por los suelos, cuando los obreros se enteran de que este hombre, Steve, es uno de los responsables del cierre de su empresa.
La película está llena de pequeños detalles que recrean la cotidianidad de dos personas que viven dos realidades muy diferentes, lo que se consigue, de forma natural, gracias a las buenas interpretaciones de los actores protagonistas.
Ma part du gâteau.
Dirigida por Cédric Klapisch.
Protagonizada por Karin Viard, Gilles Lellouche, Audrey Lamy.
Duración: 01h49min. Francia 2011
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