El verano ya se terminó y durante este tiempo, he leído estos libros que voy a comentar brevemente y la impresión que su lectura me ha producido.
El primero que leí fue La Eneida de Virgilio. Siempre tuve ganas de leerlo, pero no había encontrado el momento y me dije que, este verano, era buena ocasión para hacerlo. Me ha gustado mucho y eso que no he leído todas las anotaciones que tiene esta magnífica edición de Cátedra. Cuando dije a una amiga que la estaba leyendo, me miró con cara extraña. Ya sé que ahora, no está en las listas de los más leídos, pero es un clásico y como tal, siempre puede estar de actualidad. Virgilio construyó esta epopeya para el pueblo latino y otorgó a todas las conquistas de los romanos un barniz legendario que los entronca con los guerreros sobrevivientes de la ciudad de Troya y por tanto con las epopeyas griegas. Es fantástico.
Luego, cayó en mis manos este otro libro de Ítalo Calvino, Las ciudades invisibles. Como acababa de leer el Varón rampante, me animé a leer este otro título. Es una historia muy ingeniosa también, pero me gustó más el Varón rampante.
Después leí, La Vaca de Augusto Monterroso. Me gusta mucho Monterroso, siempre serio, siempre no tan serio. Sin embargo, en esta obra habla de otros autores y de otras obras. Siempre muy agudo. Me ha encantado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario