"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









viernes, 25 de octubre de 2013

EQUIPAJES DE IDA Y VUELTA

"Desea que cuanto sucede, suceda conforme sucede y serás feliz". Epicteto .

Últimamente, estoy viajando algo más de lo que estaba acostumbrada a hacer y paso ratos en el aeropuerto. Siempre he creído que los aeropuertos son mundos aparte y que la mezcolanza de gentes, de mil y una procedencia y con mil y un destino al que llegar, hace de ellos un hábitat con un equilibro especial, a pesar del trajín de equipajes y personas. Todo el mundo va a un sitio y luego vuelve, como se puede leer en  los propios billetes: Ida el 10 de octubre, vuelta el 17 de octubre.  Sin embargo, ahora pienso, cada vez con más frecuencia que, en realidad,  mis billetes no están siendo de ida, sino que son de vuelta; siempre voy a donde ya he ido antes, por lo tanto, vuelvo y luego retorno otra vez. Esto me gusta. Volver a encontrar los paisajes, las ciudades y sus gentes, los amigos y la comida que me hacen feliz, me cautiva  porque nunca se presentan idénticos, como  por arte de magia. A pesar de todo, preparar de nuevo la maleta, me empieza a dar  una brizna de pereza y más en esta época en la que no sabes por dónde te va a salir el tiempo, sobre todo, si te vas más al noroeste. Es por eso por lo que la maleta se llena, entonces, de los más variopintos “por si acasos” con lo que acabas sin dejar sitio para los desconciertos; para los descubrimientos, las sorpresas y las casualidades; para la providencia, la suerte y la fortuna.
El regreso  se vuelve  revelador: no has podido llenar de Gracia tu valija porque no había sitio para ella; al irte, se te olvidó dejar libre el compartimento de “Mis sueños”; como si no recordaras que, a veces, uno vive lo que sueña.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces hasta nos sentamos en la maleta para poderla cerrar con tantos " por si acasos", de tal forma que no dejamos espacio por si de donde vamos nos apeteciera traernos algo " nuevo".Maite VA.

Covadonga dijo...

¡Hola! Maite, pues sí, ¡qué poco espacio dejamos para las sorpresas! y, lo bueno es que a veces, llegan. Saludos.

Anónimo dijo...

Me ha encontado el escrito de las maletas repletas de "por si"... Tengo una amiga que va dejando ropa en los hoteles para hacer espacio...
Un besazo y nos vemos pronto!