Os doy las gracias a todos.as por las alegrías que me habéis dado y por las que me seguís dando.
Muchas gracias.
Os doy las gracias a todos.as por las alegrías que me habéis dado y por las que me seguís dando.
Muchas gracias.
No recuerdo bien dónde vi anunciada la exposición de David Hockney, en la Fondation Louis Vuitton de París y, como siempre que alguna exposición despierta mi interés, se lo comento a mi amigo Santiago. En un primer momento, me dijo que no le iba bien, pero al cabo de unos días, me escribió para decirme que aceptaba la propuesta. En seguida nos pusimos a cerrar el hotel y los vuelos, así como las entradas de la exposición y de los sitios a los que nos gustaría visitar.
Luego ya fuimos a buscar las maletas, cogimos el metro y cada uno tuvo que ir en una dirección. Santiago no tuve incidentes, yo sí. En la Gare du Nord, no hubo manera de recargar la tarjeta para el aeropuerto en las máquinas y tuve que ir a la oficina de atención al viajero. Cuando pude validar el billete y bajar al andén, anunciaban por megafonía y en los paneles que había des travaux y que los trenes no llegaban hasta el aeropuerto, llegaba hasta Aulnay ( creo) y que luego un servicio de autobuses no llevaría hasta el aeropuerto. Menos mal que tenía tiempo. Al llegar, por fin, al aeropuerto, vi que saldríamos con hora y media de retraso. Una vuelta llena de incidentes, que cuento como una anécdota más de este agradable fin de semana.
Quiero dar las gracias a Santiago por aceptar mis sugerencias culturales, por su amistad y amabilidad.
París, du 6 au 9 juin.
Si no te veo, te recuerdo.
Si no pienso, te presentas.
Si no vienes, no me muevo.
Si no me llamas, te escucho.
Si no te leo, me entristezco.
Si no me sigues, me pierdo.
Si no te siento, espero.
Si no te adivino, me invento.
Si no te apartas, te miro.
Natalia Ginzburg, El camino que va a la ciudad y otros relatos.
Àlex Bauzà Bardelli
alexbauza@gmail.com
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
" - Cómo usted quiera -concedió Unamuno- No obstante déjeme que le diga que no se imagina lo que se pierde, pues la mujer es, por lo general, muy superior al varón. La estupidez masculina es una cosa formidable; lo queremos todo hecho, concluido, definido, formulable. Y la mujer está siempre haciéndose, siempre por hacerse, sin concluir nunca, indefinible, informulable, inclasificable, como la propia vida, como yo pretendo que sean mi pensamiento y mi manera de ser. Fíjese si son importantes las mujeres para los hombres; deberían ser nuestro modelo, nuestro principal referente y acicate".
El primer caso de Unamuno (pág. 94) - Luis García Jambrina.
À Rita G.
“Enseñarás a volar...
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar...
pero no soñarán tus sueños.
pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar...
pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar...
pero no pensarán como tú.
Pero sabrás
que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen,
¡estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido!”
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Caminos y colina de castaños. Godofredo Ortega Muñoz (San Vicente de Alcántara, 1899 – Madrid, 1982) |
Cuando ya parecía que todo iba por un sendero más o menos conocido, estable, sin demasiados desniveles, alguien ve algo que le llama poderosamente la atención y lo dice. Como estamos enfrascados en esta lucha por la vida, no se le hace caso. Al cabo de unos cuantos meses, vuelve a verlo e insiste con vehemencia; y como ahora los horizontes parecen despejados, se le hace caso. Para mí, comenzará una deriva que me llevará de nuevo, después de 5 años, a vivir momentos que yo tenía guardados en aquel sustrato persistente de la memoria que te permite vivir sin molerte.
Y llegamos al 1 de mayo. En principio, iban a ser 5 días y quería pasarlo sin más, pero, a pesar de los resultados, se toma la decisión y será el miércoles. ¡Cuánta premura! Fue un poco difícil interiorizarlo y aceptarlo. Es la primera vez que el saber se vuelve en mi contra, tampoco servirá de nada haberlo hecho bien, más bien al contrario es sumamente sospechoso. No entendía la decisión visto cómo habían ido las cosas; bueno, entenderlo, entenderlo sí lo entendía, simplemente, esperaba otra determinación; me había esforzado tanto... Sin embargo, las cosas se complican porque hay lo que hay y se presenta como algo bastante delicado; tengo, entonces, que llamar y dar la noticia. Alicia, como siempre, no pone el menor inconveniente, mi hermano tampoco. Vienen, ya están aquí pero, en el último momento, se pospone. ¡Más tensión, más incertidumbre, más miedo! Se tendrán que volver a marchar para después volver a venir. Hay que esperar, quieren estar seguros.
Pasan veinte días, ya se despejan las dudas y se confirma; será el día 28. Nunca he sentido tanto dolor físico, nunca. Fueron pasando las horas y se fue pasando pero la sensación no se ha ido, también queda lo demás. Me ha costado mucho, muchísimo hacerme a la idea, mais... il faut faire avec; porque aquí sigo, aun con estos elementos que me ayudan a seguir pensando, a seguir sintiendo, a seguir emocionándome, a seguir siguiendo, a seguir siendo. En el mismo espacio, hay dos hoyos y un bulto. No se ven, pero se sienten. No se ven, pero se palpan. No se ven, no, y, sin embargo, hay están y yo diría que, a pesar de todo, seguiré siendo yo.
Me queda ya dar gracias de nuevo a los cielos por permitir que esté, a Alicia, a José, a Irene, a Júlia B, por cuidarme.A Delfina, a Mayte, a Anne, a Elena, a Santiago, por haber estado tan cerca; a Encarna y José Luis, a Mª Jesús y a Miguel, a Montse, a Pilar, a Miguel Ángel, a Maribel, a Núria, a Cindy, a Paquita, a Gemma y Josep Mª y a tantos y a tantas que han estado pendientes de mí, a pesar de que algunos estáis lejos. A todos, un Grand merci.
El cielo fue viniendo cada vez más gris cenizo.
El viento se levantó de sorpresiva virulencia como si protestara de tanto calor abrumador.
Las hojas secas resecas trotaban por las aceras. Crujían como sonajeros despistados sin ton ni son. Salían por todas partes y se enredaban en los pies.
Las ráfagas recias arrinconaban.
La arena cegaba las miradas y los remolinos llenaban el horizonte de polvo en suspensión.
Y así un rato.
Y la lluvia no llegaba.
Las copas de los árboles se agitaban frenéticas y desvalidas en cualquier dirección.
El cielo seguía opaco.
Hasta que la lluvia, se presentó; solo suave y breve llegó.
Y después, el calor siguió fuerte, rígido, firme, grueso, pétreo, inclemente...
Hospitalitas es un término con raíces griegas y con recorrido latino que la exposición aborda desde el concepto primitivo de solidaridad, tal y como ha ido trasladándose y evolucionando hasta nuestros días. De la misma manera, su relato irá trascendiendo hacia un prisma contemporáneo atendiendo a una realidad fragmentada.
A través de los capítulos que integran la exposición articulados mediante obras elaboradas por los mejores artistas de la historia del arte español que nos legaron extraordinarias piezas de escultura, pintura, orfebrería… nos acercamos a la hospitalidad, que además es una de las señas de identidad tanto de Villafranca del Bierzo, situada en pleno Camino de Santiago Francés, como de Santiago de Compostela, meta final de los peregrinos que se dirigen a la tumba del Apóstol.
Este año, Las Edades del hombre salen de Castilla y León - como la vuelta a España- y se van hasta Galicia. Tenía muchas ganas de ir a Santiago de Compostela, siempre pensé en llegar de peregrina después de hacer un trozo del Camino pero, poco a poco, se van pasando los años y ese deseo no se ha cumplido y tal y como van las cosas, tal vez nunca pueda hacerlo. Es por eso por lo que el ofrecimiento de mi sobrino Daniel de acercarnos hasta Santiago me produjo tanta alegría. Fue un día maravilloso porque hizo muy buen tiempo, hizo sol en Santiago y pudimos, además de ver la exposición que está, una pequeña parte en la cripta de la Catedral y la más importante en el monasterio de San Martín Pinario, pasear por la ciudad y mezclarnos con los jóvenes y peregrinos en general venidos de todas partes del mundo. También tuvimos tiempo de descansar en la terraza al sol y de comer en un sitio cerca de la catedral que nos recomendó Carmela, A horta do obradoiro.
He encontrado la exposición un poquito desigual; a mi parecer, las piezas de arte sacro gallegas, aunque significativas, no son tan a la altura de las piezas de las escuelas castellanas, y lo digo, no es porque la tierra tire, creo yo. ¿ o sí?. En todo caso, un día maravilloso.