LEÑADOR 1.º
¡Ay muerte que sales!
LEÑADOR 2.º
¡No abras el chorro de la sangre!
LEÑADOR 1.º
¡Ay muerte sola!
Muerte de las secas hojas.
LEÑADOR 3.º
¡No cubras de flores la boda!
LEÑADOR 2.º
¡Ay triste muerte!
Deja para el amor la rama verde.
LEÑADOR 1.º
¡Ay muerte mala!
¡Deja para el amor la verde rama!
El asiento fue largo, parecían no tener final les malaises. La gravidez justamente aprovechada para poder llegar sin que nada falte. Y, después de muchas horas de agotadora espera, tus ojos buscaron el brillo de la mirada de su madre. El papá, testigo emocionado.
El mensaje llegó de madrugada, a las 3.31h. La primera foto.
Al alba, vi tu carita redondita, tus manitas, tu pelito morenito. ¡Grande la alegría! ¡Aquí estás, y yo te veo!.
Me acordé de mi madre, de tu bisabuela Rita, y de mi padre, tu bisabuelo José, ¡cuánta ilusión les hubiera dado conocerte, Noah!
que la vida te lleve de la mano,
que el viento te recoja en el camino,
que la lluvia riegue tus esperanzas,
que el sol alumbre tu destino,
que la luna meza tu descanso,
que no te falten las cosquillas ni los cariños de tus padres,...
y yo te dedico estos versos,
que me recuerdan a los de las nanas que mi madre cantaba a tu madre,
para que la poesía siempre te acompañe.
Canción de cuna
*Lucía Solana Pérez.
B. N. 3 de abril de 2022
"De todos los cuentos de Gallant, la serie de Linnet Muir es la más autobiográfica de todas. La autora decía que Linnet “no era ella, sino una especie de síntesis de lo que alguna vez ella fue”. Es un conjunto de cuentos donde se entretejen su infancia y su juventud. A lo largo de la lectura vamos develando a sus padres, conociendo a la Canadá de la primera mitad del siglo XX y a una sociedad con sus taras, sus mandatos y su hipocresía. La actualidad de los relatos es la consecuencia de la profundidad de su mirada. Allá en lo más hondo, adonde ella deja llegar la plomada, está nuestra condición humana, lo que apenas cambia con el contexto,lo que hace a la buena literatura. Elegir esta serie me pareció la mejor manera de presentarla." Inés Garland, del prólogo del libro.
Tennessee Williams.
