"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









martes, 31 de agosto de 2021

La lucha por la vida

Hay muchos cuadros que conservo en la memoria y este  cuadro de Goya es uno de ellos porque me  impresionó desde el momento en que lo vi por su singular violencia. Un padre que devora a uno de sus hijos; un padre que se siente amenazado por sus hijos, que tiene miedo de que lo destronen en un futuro como él mismo hizo con su padre. No quiere que eso le suceda y se los come. Acongoja la terrorífica mirada de Crono, como sujeta el pequeño cuerpo, la boca, de par en par abierta que engulle carne de su propia carne,...  un ser fuera de sí, un monstruo.  

Hoy he pensado en este cuadro y he establecido, sin querer, una correlación : a veces pasa esto mismo en la vida, que el cuerpo se enemista con el propio cuerpo y se entabla  una lucha de titanes: la vida lucha para la vida, la vida lucha para ganar vida porque, en esta lucha, el premio es vida, es más vida. 

Los psicoanalistas dicen que este cuadro representa una alegoría sobre la melancolía por el paso del tiempo. Yo  que lo veo  cruel y sanguinario, feroz, una fuerza   incontrolada que mana de muy adentro, la bestia; me cuesta un poco concretar esa metáfora.

Goya pintó este cuadro a orillas del Manzanares, en su Quinta del sordo; es parte de sus Pinturas Negras, seres deformes,  primarios, de una rudeza inigualable. Se me congela el alma ante la realidad y brutalidad de estos hombres en blanco y negro. Y, al lado de estos hombres, un dios en color, que no se retrae ante el rojo de la sangre: Crono, Saturno, consumando el parricidio por no haber sido capaz de dominar sus miedos. Goya lo sabía y dejó que quedara  resaltado para siempre en las paredes de su casa.