"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









viernes, 17 de junio de 2016

"Un libro abierto es un cerebro que habla;
cerrado un amigo que espera; 
olvidado, un alma que perdona;
destruido, un corazón que llora".  

Proverbio hindú.


Hacía mucho  tiempo que nadie se interesaba por mi biblioteca o que, al menos,  poco se significaba. Algún comentario sí: " Te los has leído todos"; "esta es la habitación donde descansan tus libros"; " ¡no exageres! con este par de estanterías tendrás bastante". Con los años en mi casa, los libros han ido compartiendo espacio con recuerdos y otros cachivaches que tanto dan la lata cuando tengo que quitar el polvo, pero que tanto me agrada tener cerca, como si  se presentaran personas o momentos ya pasados...y lindos.
No hace mucho, alguien se paró a leer los títulos de los libros de mis estanterías y me alegró de lo lindo.
En casa, no es que haya muchos libros, aunque cada año que pasa hay más, lo sé porque cada vez hay menos espacio libre, porque, después de verano, cuando limpio y ordeno las estanterías tardo más tiempo y porque es durante esos días, cuando echo un vistazo a un libro que me regalaron hace algunos años: 1001 libros que hay que leer antes de morir. No lo sigo como guía, sino que, al contrario, lo reviso por curiosidad, para ver si, cada año que pasa, he leído, sin premeditación, alguno de los libros que allí se mencionan o si ya reconozco a algunos de los autores incluidos en esta antología de título preceptivo. Normalmente, no suelo coincidir en los títulos, pero cada vez más, coincido en los autores que voy leyendo sin querer o tal vez queriendo porque los tengo en casa desde hace ya demasiado. Por otra parte, casi tengo la certeza de que hay títulos que no voy a leer, no son de mi estilo, por lo tanto no llegaré a leer los 1001 libros que allí aparecen pero, me alegra saber que cada año que pasa, algunos de los títulos que voy leyendo coinciden con los de este libro. 
La verdad es que, el otro día, me llamó mucho la atención que alguien mirara con el detenimiento de las personas amantes de la lectura, las obras de mis repisas porque yo sé que esta persona lee más que yo y que su biblioteca es más grande e importante que la mía. La mía tiene algunas faltas, la principal, la del tiempo; no tengo el suficiente para poder leer todo lo que ya he comprado y lo que voy comprando. Además, le faltan algunos clásicos de importancia, y modernos de consideración, especialmente norteamericanos contemporáneos;  pero  es que, de literatura actual, procuro comprar lo que ya sé que me gusta; lo que despierta mi curiosidad, o lo que me aconsejan personas con criterio. De vez en cuando, también sucumbo a la moda.

En fin, que me dio alegría ver que esta persona, a la que tengo en mucha consideración, se interesa por lo que leo. Gracias N.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Inteligente (y seguro que bella) N... cómo no iba a interesarse en tu biblioteca! con lo que lees y sabes, es un gusto poder saber de tus recomendaciones y libros preferidos! besos fuertes! núria

Covadonga dijo...

¡Uy! Creo que te has quedado corta al dedicarle estos dos adjetivos a N., pero que muy corta.
Bel été.
Grosses bises.