"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









viernes, 14 de marzo de 2025

DOS EXPOSICIONES EN UN PLIS PLAS

A la vuelta de un viaje, tuve que esperar en Madrid más de tres horas el enlace, lo que me pareció, al principio, un fastidio, pero  se me ocurrió que, si se cumplían los horarios, podría acerca a algún museo. Estuve mirando las exposiciones que había y, para mi sorpresa, en el Prado todavía continuaba la exposición de Polke y Goya a la que, en Navidad, no me dejaron entrar porque llevaba una pequeña maleta. Llamé al museo para asegurarme  de que, esta vez, podría visitar la exposición a pesar de que llevaba maleta. También vi que, en el Thyssen, había empezado una exposición sobre Proust que me pareció atractiva. Calcule los tiempos de desplazamiento - por suerte, los dos museos están muy cerca y cerca de la estación-  y el tiempo que podía dedicar a cada exposición y me acerqué al Paseo del Prado .

Empecé por la de Proust. Me parecía interesante, pero no sabía qué es lo que iban a mostrar, no había tenido tiempo de leer sobre la exposición. La verdad, es que me ha gustado mucho. Los cuadros hacen un recorrido por la vida  del escritor, por su interés por las artes, por la música, especialmente por la pintura,  por su relación de amistad con los pintores más importantes del momento y las referencias que hay en su obra À la recherche du temps perdu y Les plaisirs et les jours, a estos cuadros o a estos artistas o al contrario.Los cuadros también muestran la época de cambios y transformaciones que le tocó vivir al escritor y que han quedado plasmados en los cuadros de los artísticas del momento. Me ha encantado porque está muy bien comisariada y por los cuadros que se exponen. La muestra se termina con dos autorretratos de Rembrandt que son una delicia. También me sorprendió ver un Vermeer que no recuerdo ahora mismo si estaba en la exposición del Rijksmuseum de Ámsterdam, además de cuadros de Van Dyck, Watteau, Turner, Fantin Latour, Manet, Monet, Renoir o Whistler. 

Ahora, lamento  no haber estado diez minutos más porque no la pude saborear con un poco más de tranquilidad por miedo a no tener tiempo de ver la del Prado ya que no sabía que la de Polke, eran tres salas y con cuadros de gran tamaño.

Al llegar a la sala, me encontré con una visita guiada bastante numerosa de alemanes. Casi todos señores  que, por sus trajes, parecían ejecutivos. La guía maravillosa. Yo les tuve que dejar y pasar a las otras salas porque eran bastante altos y no podía ver bien los cuadros. Luego volví, retrocedí a la primera, una vez ellos habían pasado de salas. De esta exposición me encantaron las resinas y sobre todo, Las viejas o El Tiempo (1810-12)  un capricho de Goya perteneciente al Museo de Lille y que se expone por primera vez en España o El coloso.  Llama la atención el interés que despertó en este artista alemán contemporáneo Goya y los estudios que hizo sobre el cuadro de Las viejas. También me gustó mucho esta exposición. 

Nunca imaginé que, después de casi tres meses, podría verla tan desalentada que me fui de la cola de entrada, allá en el mes de diciembre. Realmente ha sido una suerte que todavía estuviera y que tuviera que estar más de tres horas en Madrid para esperar el tren. A veces, cuando menos te lo esperan, las cosas encajan. 

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