DÍA DE LA PAZ Y DE LA NO VIOLENCIA
Poema al No
No a la tristeza.
No al dolor.
No a la pereza.
No a la usura.
No a la envidia.
No a la incultura.
No a la violencia.
No a la injusticia.
No a la guerra.
Sí a la paz.
Sí a la alegría.
Sí a la amistad.
DÍA DE LA PAZ Y DE LA NO VIOLENCIA
Poema al No
No a la tristeza.
No al dolor.
No a la pereza.
No a la usura.
No a la envidia.
No a la incultura.
No a la violencia.
No a la injusticia.
No a la guerra.
Sí a la paz.
Sí a la alegría.
Sí a la amistad.
Rafael Canogar - [I]Realidades [Obras 1949-2024]
La exposición Rafael Canogar. [I]Realidades [Obras 1949-2024] está comisariada por Antonio de la Torre
Fechas: Del 30 de enero al 18 de mayo.
Lugar: Centro Centro, planta 5, Plaza de Cibeles, 1, Madrid.
Entrada gratuita.
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Escena urbana, 1970. Construcción en poliéster y fibra de vidrio pintada al óleo sobre tabla. MNCARS © Rafael Canogar, VEGAP, Madrid, 2025 |
El escritor argentino Guillermo Saccomanno (Buenos Aires, 1948) se ha alzado con el Premio Alfaguara de Novela 2025, en su vigésima octava edición, por Arderá el viento. La novela ganadora llegará a las librerías el 20 de marzo.
El jurado, presidido por el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez y reunido este jueves en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ha destacado que la novela es "una cuidadosa construcción de un deterioro" y "una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo".
El premio, uno de los más importantes otorgados a una obra inédita en español al que concurrían 725 manuscritos presentados desde España (322), Argentina (93), México (110), Colombia (89), Estados Unidos (38), Chile (27), Perú (25) y Uruguay (21).
Saccomanno ha tomado el relevo a Sergio del Molino, ganador el año pasado con Los alemanes y con anterioridad el premio recayó en Gustavo Rodríguez, por Cien Cuyes (2022), Cristian Alarcón, con El tercer paraíso (2021), Pilar Quintana, con Los abismos (2020) y Guillermo Arriaga, con Salvar el fuego (2019).
Estas navidades, he podido pasar por Madrid e ir a ver algunas de las exposiciones que me interesaban en torno a la obra de Goya. La jornada no empezó muy bien, porque salimos con veinte minutos de retraso que, a lo largo del recorrido, aumentó a 28 ¡los trenes y los retrasos en estas fiestas! Después, no continuó mejor. Cuando llegué, fui al Museo del Prado a ver la exposición “Sigmar Polke. Afinidades desveladas” que pretende poner de relieve la influencia de Goya en este pintor alemán; pero cual fue mi sorpresa que, estando ya para pasar a las taquillas a sacar mi entrada, una de las señoras de seguridad me dijo que no podía entrar porque llevaba una maletita. Ante mi asombro, insistí porque ya había venido otras veces con equipaje y lo pude depositar en el guardarropía. No hubo argumento mío que hiciera variar el de las tres señoras de seguridad. Les pregunté que si esta nueva norma de que por las fiestas no se aceptaban equipajes aparecía en la página web del museo y me dijeron que no, cosa que todavía entendía menos. El caso es que no me dejaron entrar. Me marché muy contrariada porque parte del motivo de pararme en Madrid era ver esta exposición. Apesadumbrada, fui a ver la otra exposición sobre Goya, la de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Me encanta este sitio. Me encanta el edificio, Goya, y el personal, son super amables, el trato es magnífico e intentan ayudarte en todo lo que pueden. La exposición de Lita Cabellut inspirada en los Disparates de Goya, está bien y sorprende. Cada cuadro de la artista es una ampliación de alguno de los detalles que podemos ver en los Disparates de Goya. Me gustó, pero me gustan todavía más los Disparates propiamente dichos que se pueden admirar al fondo de la misma sala. ¡Qué violencia! ¡Qué escatología! ¡Qué fealdad de la vida y la de los hombres! y sin embargo, te quedas enganchada delante de estos grabados y de sus planchas. No es la primera vez que los veo, pero no se agotan.
Esto fue todo lo que me dieron de sí estas horas que pasé en Madrid.
Weegee. Autopsia del espectáculo pretende mostrar la profunda coherencia que, más allá de sus diferencias estilísticas y temáticas, enlaza esas dos etapas, así como poner de relieve la actualidad de la mirada crítica desde la que las imágenes de Weegee muestran los rasgos y mecanismos de nuestro tiempo como “sociedad del espectáculo”.
Durand-Ruel apoyó primero a pintores como Eugène Delacroix y Gustave Courbet, así como a la llamada «Escuela de Barbizon» (Camille Corot, Charles-François Daubigny o Jean-François Millet, entre otros), para emprender poco después su empresa más afamada: la promoción de los artistas impresionistas, entre ellos, Claude Monet, Auguste Renoir y Camille Pissarro. En la última década del siglo XIX Durand-Ruel se embarcó en una nueva (y menos conocida) aventura: dar apoyo y difusión a una nueva generación de pintores, la formada por Albert André, Georges d’Espagnat, Gustave Loiseau, Maxime Maufra y Henry Moret.
Herederos del impresionismo, trabajaron en un contexto artístico agitado y estimulante, en que convivían las personales propuestas de Van Gogh y Cézanne, la experimentación neoimpresionista de Georges Seurat y Paul Signac o las investigaciones sintetistas de Paul Gauguin. Aunque han sido tradicionalmente catalogados como ‘generación postimpresionista’, su obra muestra diversas tendencias, desde la afinidad al impresionismo de los paisajistas Moret, Maufre y Loiseau a la preferencia por las escenas de género, los retratos y la pintura decorativa de D’Espagnat y André.
Paul Durand-Ruel y los últimos destellos del impresionismo quiere, por un lado, dar a conocer la figura de este extraordinario marchante y mecenas; por otro, contextualizar y poner en valor la obra de los cinco artistas “postimpresionistas” por los que apostó y otorgarles el puesto que merecen en la historia del arte.
Comisaria: Claire Durand-Ruel Snollaerts.
Inspirada en los Disparates de Goya, la artista multidisciplinar Lita Cabellut presenta esta exposición en la que se muestran las miradas de ambos artistas sobre la condición humana, expresados a través de lenguajes artísticos diferentes.
En Goya x Lita Cabellut. Los Disparates. “Mísera humanidad, la culpa es tuya”, los Disparates de Goya y las piezas de Cabellut, meticulosamente dispuestos, lejos de ser una simple exhibición visual, se presentan como una inmersión intelectual que desafía al observador a explorar las sinergias subyacentes, históricas y culturales entre los trabajos de estos dos artistas, estimulando así una apreciación más profunda y participativa de la riqueza conceptual que emana de este diálogo artístico.
Este encuentro con Goya ha llevado a Lita Cabellut, desde la humildad, a entender que las preocupaciones y las inclinaciones conceptuales, estéticas y emocionales del maestro aragonés siempre estuvieron presentes en su obra desde sus inicios. Esta amalgama de pensamientos y formas visuales se presenta como una travesía, donde se desentraña la esencia de la creación artística y se abraza la complejidad inherente a la comprensión estética.
La intrincada sinfonía dialéctica entre dos creadores de distintas épocas resalta la complejidad del proceso intelectual que subyace en la interpretación de sus obras. La confluencia conceptual y artística entre estas dos expresiones es un terreno fértil para la indagación profunda de la esencia de la exposición, cuya elaboración implica la convergencia de ambos pensamientos arbitrarios y la síntesis de códigos no tan evidentes, desafiando así la capacidad cognitiva del espectador, pero al mismo tiempo con un estímulo sensitivo evidente.
En palabras del comisario de la exposición, Eloy Martínez de la Pera: “Dos miradas que analizan el alma del ser humano. Diálogos entre Goya y Cabellut. Ellos nos hablan de miedo, de envidia, de amistad, de amor, de violencia, de ideología, de política, del caos, de la vejez, de ambición, de poder, de lealtad. Y lo hacen arrojando luz sobre estos conceptos. Una luz metafórica que nos acompaña a adentrarnos en la condición humana, y una luz plástica esencial para entender su forma de ‘entender’ el arte.”
Lita Cabellut (1961, España) es una artista de campo amplio que vive y trabaja en los Países Bajos, donde fue reconocida Artista del Año 2021. Su condición de artista en plenitud hace que su actividad artística se desarrolle en múltiples disciplinas. Es reconocida por ser la tercera artista española más cotizada y sus trabajos han sido expuestos en numerosos museos alrededor del mundo.
Durante estos meses, he leído lo que me ha caído en las manos porque estos tres libros los he encontrado en la biblioteca. Del primero y el tercero, no conocía a los autores y han sido cortos, del segundo sí conocía a la autora y es un poco largo, pero se lee bien.
Le Violon de faïence - El violín de fayenda, de Champfleury (Jules-François-Félix Husson -1821-1889-). Una novela corta, de mensaje moral propio de la literatura decimonónica. Cuenta la historia de dos amigos, uno culto y refinado que se dedica a coleccionar objetos de fayenda, de loza fina. Su amigo no sabe nada de este tema y le promete que, nada más volver a su pueblo, buscará objetos de fayenda y se los enviará. Así lo hace durante un tiempo hasta que se da cuenta de que él mismo podría ser un gran coleccionista dada la calidad de las piezas que va encontrando. Empieza a mandar piezas de menor calidad y su amigo decide ir él mismo a buscar las piezas en su ciudad. Lo recibe en su casa y esconde lo que ha encontrado para que su amigo no sepa lo que ocurre. A partir de aquí, la historia va trazando su desenlace con moraleja. Es una historia no muy complicada de resolución pero lo suficientemente bien armada para transmitir el mensaje con sentencia que el autor quiere.