"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









jueves, 19 de mayo de 2011

LECTORES DE POESÍA


El comentario que han dejado sobre el poema de Gonzalo Rojas, Oficio Mayor, un sencillo homenaje al poeta chileno fallecido el 25 de abril, me ha hecho reflexionar sobre lo que nos pasa cuando leemos un poema.
Normalmente, nos acercamos a la poesía en actitud de búsqueda y damos por sentado que el poeta, tocado por la gracia de las musas, sabe expresar con palabras aquello que al resto de los mortales se nos hace imposible. Pero también entendemos que este tipo de lectura es un ejercicio  estético en la que la plasticidad del lenguaje, el ritmo y musicalidad de las palabras elegidas con esmero, adquieren otro significado, y esto es lo que, a menudo, consigue deleitamos e incluso conmovernos. A la vez, intentamos entender lo que con esas palabras quiso expresar el poeta; a veces creemos lograrlo, a veces no. Cuando no lo conseguimos, parece que nos invade una cierta tristeza con tildes de frustración que nos inquieta.
El reconocer mis limitaciones ante tal labor, ha hecho que lea poesía con menos desasosiego y más atrevimiento; pienso que no estoy obligada a entenderla, en todo caso, a sentirla.
También tengo presentes dos cosas tal vez  más prosaicas, pero no menos relevantes. La primera es que, en muchas ocasiones, los poetas escriben para sí mismos a sabiendas de que sus escritos se volverán enigmáticos para los lectores, sus palabras adquirieren entonces el significado connotativo de su universo creativo que es, en ocasiones, impenetrable.
La segunda es que la razón ahoga el lirismo. Si  cuando leemos poesía, ponemos en marcha mecanismos racionales, el Yo más íntimo  desaparece, se oculta y las palabras pierden su valor estético.

Ante tales evidencias, me parece que lo mejor es quedarnos, si es el caso, con la extrañeza que nos produce la lectura de los poemas, porque, tal vez, la intención del poeta no era otra que la de trasegarnos de la realidad concreta, tangible, razonada al mundo de las emociones, de las sensaciones con la mayor de las sutilezas.



Covadonga Vicente

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He entrado unos minutos a tu blog y he leído dos artículos preciosos sobre poesía, ¡fantásticos! Te estás perfeccionando por momentos.

Covadonga dijo...

Eres muy amable.Celebro que te hayan gustado. Saludos.