"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









domingo, 1 de septiembre de 2024

MARCAPÁGINAS LI - VERANO

Durante este verano he leído varios libros -no todos novelas- que me han hecho pasar unos buenos momentos.

El primero de ellos lo tenía en casa, Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag. Hacía un tiempo que me apetecía leer lo que Sontag había escrito sobre la violencia. La portada del libro es ya llamativa, porque  reproduce una pintura negra de Goya. En este libro expone con un rigor extraordinario el hecho de que nos estamos familiarizados con las imágenes de la violencia y de la guerra. Sontag nos conduce a través de atroces guerras - llama la atención lo bien documentada que está- e insiste en el peligro que tiene esta, cada vez más frecuente, presencia de la violencia en nuestro día a día, en que nos estamos haciendo insensibles a ella y en que los valores colectivos con la solidaridad, la fraternidad, la empatía,... se están evaporando. Sontag nos increpa para que no permanezcamos como meros observadores de estas atroces situaciones porque se siguen repitiendo cerca y lejos de nosotros.

El segundo libro - que en realidad son dos- lo nombra Sontag  y, como lo tenía en casa, los he leído. Sontag nombra a Tres guineas (1938), de Virginia Woolf pero, como en la edición que tengo, está publicado con Una habitación propia (1929)  he leído los dos. Ya he dicho en otras ocasiones que no se me da bien esta autora y leo sus libros porque sé que si muchos autores elegían su obra es por algo y los leo para intentar encontrar en el próximo aquellos las alabanzas que le dedican. De todos modos, he estado mucho más cómoda esta vez, tal vez porque son ensayos. Leí Una habitación propia primero porque así aparecen en el volumen.
En 1928 le piden que dé unas charlas sobre la mujer y la escritura. Me gusta mucho como determina que para haya novelistas mujeres, estas tienen que tener una habitación para ellas que les proporcione intimidad e independencia para poder escribir al abrigo de todo lo que suceda a su alrededor igual que lo tienen los hombres. La habitación representa esa libertad. En Tres guineas, Virginia Wolf responde a un señor que le pide que le diga cómo evitaría ella la Segunda Guerra Mundial. Además, de responderle, aprovecha el escrito para poner de manifiesto sus ideas sobre la discriminación de la mujer en cuanto a derechos profesionales y de educación. Ella aboga por buscar el equilibrio y evitar posturas radicales e irracionales. 
A pesar de que los dos ensayos los escribió en la primera mitad del siglo pasado, no han dejado de estar de actualidad, especialmente en estos momentos en los que hay tantas maneras de entender el feminismos y con los que no todas las mujeres estamos de acuerdo y, sin embargo, quiero pensar que todas compartimos las ideas que Virginia Wolf expone sobre la igualdad en estos dos interesantes  ensayos

El tercer libro que leí fue La soldada, Paulina Tuchschneider. Lo compré de casualidad. No conocía a su autora y me llamó la atención el título y la nacionalidad de la escritora, Israel. Este libro cuenta el tiempo que la protagonista pasa en el cuartel  haciendo el servicio militar (que en su país es obligatorio para todos/ as los jóvenes) hasta que la licencian, vamos a decir sin honor desde el punto de vista militar. La historia se centra, sobre todo, en cómo lo vive ella. Es una historia interesante, tal vez, demasiado escatológica, cruda e incluso soez en los momentos en los quiere ser realista, explícita para que no quepa duda de la dureza de la situación  y, la verdad, es que lo consigue. 

El cuarto libro fue La fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa. Tenía muchas ganas de leer esta novela que ha recibido  tantos elogios, pero por unas cosas o por otras hasta este verano no ha podido ser. No me voy a extender mucho en hablar de esta novela tan conocida. La novela trata de los últimos momentos del régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina en República Dominicana y todo lo que hay a su alrededor, poco bueno.
En la novela, se mezcla la historia de Urania Cabral, quien vuelve a su país, desde Nueva York donde es una abogada de éxito, después de su marcha hace más de treinta años. Urania  al volver, revive su dolorosa historia personal, ella sabe qué le pasa a Trujillo en la intimidad. Con la historia de Urania se combinan la historia de los conspiradores en el asesinato de Trujillo y  la historia de la vida  del mismo Trujillo y su familia.
La novela se va alternando entre estas tres historias, y va dando saltos entre 1961 a 1996. Además, Vargas Llosa encuadra estas situaciones personales y de país, en un contexto internacional: la guerra de Cuba, la Guerra Fría con Fidel Castro y  John F. Kennedy como personajes históricos  que se añaden al del dictador. 
Decir también que, la novela toma su título del popular merengue dominicano Mataron al chivo, que refiere al asesinato del Trujillo el 30 de mayo de 1961.Vargas Llosa cita la letra de este merengue al inicio de la novela.

Me llamó la atención la cubierta del novela, un fragmento de La Alegoría del Buen y el Mal Gobierno, de los hermanos Lorenzetti, pintura mural del siglo XIV​ del Palacio Público de Siena, 
Me ha gustado mucho esta novela, está muy bien estructura, bien armada, buen ritmo. Vargas Llosa mezcla magistralmente los hechos y nombres de personajes históricos con la ficción y, a pesar de ello, por momentos, uno sabe que la realidad tuvo que ser  mucho peor de lo que queda contado.
Como anécdota decir que es la segunda novela que leo de este autor sobre dictadores hispanoamericanos, la primera fue Tiempos recios que transcurre en la Guatemala de Juan José Arévalo que también me gustó. 

El quinto lo elegí por leer algo más ligero para descansar y fue  El primer caso de Unamuno  de Luis García Jambrina que encontré de casualidad.  Me hizo gracia el título y me pareció ingenioso que a Miguel de Unamuno, Jambrina lo presente con dotes de detective, a lo Sherlock Holmes español. Resulta entrañable. Sin embargo, esta aventura detectivesca va a resultar peligrosa para él y su familia. Unamuno, con su talante, va a apoyar a los habitantes de Boada ante lo que él considera un atropello por parte del poder y de los caciques de la zona y va a defender, públicamente y a ultranza, la inocencia de los boadenses encarcelados por unos asesinatos que no cometieron y que, algunos medios presentan el asunto al estilo de Fuente Ovejuna. Pero nadie contaba con la implicación en la defensa del pueblo del ilustre rector a petición del abogado de los inculpados. En el caso Unamuno tendrá ocasión de actuar siguiendo su premisa: "Veritas prius pace" y así lo hará a lo largo de la novela.

Jambrina retrata muy bien el carácter y la personalidad de Unamuno, sus reflexiones filosóficas, sus creaciones literarias - especialmente sus poemas- y ha prometido que escribirá más novelas del mismo género y con el mismo protagonista. A seguir la pista...



Bel été, belles lectures

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