Este día, madrugué mucho para poder estar en Madrid unas horas y poder visitar algunas exposiciones y pasear un poco por Madrid. Hacia mucho calor y estar dentro, era una opción para estar al fresco y en los museos se estaba bien. Tenía que elegir y decidí ir al Thyssen y luego a la Biblioteca Nacional.
En el Thyssen, visité Terrafilia que me gustó mucho. Creo que es la exposición más original que he visto
en este museo por la manera de presentar las obras, la decoración, el recorrido, la iluminación, el sonido, los olores de Sissel Tolaas, la relación de las obras y de los artistas mostrados. Me gustó mucho.
Luego visité la exposición de Anna Weyant porque era la primera vez que expone sus obras en un museo y ella misma pidió que sus obras dialogaran obras de Magritte, Balthus o Mattia Preti que pertenecen al museo. Llama la atención sus cuadros de objetos presentados como los clásicos bodegones, los de flores.
Luego paseé un poco, por la sombra, hasta que llegué a la Biblioteca Nacional. Cuando llegué, la puerta de acceso estaba cerrada y, un señor que quería entrar, me dijo que estaba cerrado y eso, que en el cartel de horario ponía que estaba abierto. Me senté en un banco a descansar y llegó un matrimonio con un chico y les dije que estaba cerrado. Después de un momento, salí y, en vez de ir hacia Sol, subí un poco y me di cuenta de que había otra puerta de acceso del otro lado de la escalinata de la que salían dos personas. Entonces pude entrar a ver las exposiciones. Siento mucho lo que le dije a este matrimonio.
Fui para ver la muestra sobre J. Semprún, que abarca toda su obra, tan en relación con su vida. Me pareció muy interesante.
Ya que estaba allí, vi la exposición Pinacoteca Migrante que me gustó mucho.
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