"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









jueves, 11 de octubre de 2012

SABLIER*

"Il faut vivre et se hâter d'oublier."


Hay momentos en los que alguien consigue darte de pleno. Una mirada, un comentario, un gesto brusco, una áspera respuesta pueden llegar a hacer que sientas que algo se te está derritiendo por dentro, que te fundes, que has explotado y que te estás convirtiendo en mil y un granito de arena, que no se expanden porque están dentro del abigarrado cristal de un reloj de arena.
Si consigues sobreponerte con presteza: a otra cosa mariposa.
Pero si el torpedo ha ido tan directamente a tu línea de flotación que no logras reponerte, parece que se te abrieran, de repente, las compuertas del mar de los Argazos y que comenzases la caída hacia un inmenso oscuro foso; o como si alguien hubiera dado la vuelta al reloj de arena y todos los granos se precipitasen vertiginosamente, o como si no hubieras intuido de que hay unas cataratas un poco más adelante y la caída fuera ya insalvable.
Por el trayecto, se te presentan, a la velocidad de la caída, mil imágenes, mil escenas celebradas, mil historias cooperadas. Intentas agarrarte a aquellas más complacidas para que sirvan de ancla, de tapón o de chaleco salvavidas. Y, a la vez, te vas preguntando que no puede ser que estés oyendo lo que estás oyendo ni que los dardos, ni las saetas, ni las lanzas vengan de ahí enfrente. Pero sí, de ahí llegan. Sí, de aquí han salido.


* Sablier: reloj de arena.




No hay comentarios: