"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









domingo, 16 de septiembre de 2018

MARCAPÁGINAS XXVI - VERANO- 2

"La belleza, como la sabiduría, ama al adorador solitario".


Como ya comenté en Marcapáginas de Verano -1, a los libros que he leído en Medina, les iba a dedicar un post diferente por no hacer demasiado largo el otro. La verdad es que estos veinte días que he estado allí han sido muy fructíferos desde el punto de vista de la cantidad de páginas que he llegado a leer, nunca hasta ahora, había leído tanto en tan poco tiempo- no sé, tal vez, de forma inconsciente, he intentado paliar los meses de invierno de escasez lectora -. Los días que allí he pasado han tenido de todo y mucho de lectura. Cualquier momento  y lugar me han resultado propicios para leer, (especialmente la piscina  a la que hacía mucho tiempo que no iba a tomar el sol, a ratos, la sombra), por lo que mis idas y venidas a la Biblioteca han sido frecuentes. Este agosto, Isabel estaba de vacaciones, y la joven que la ha sustituido, Itziar, es extraordinaria: cariñosa, afable, gran lectora,...por lo que mis elecciones de títulos han estado acompañadas de unas conversaciones muy agradables. Daba gusto ir.
Como siempre, los libros que fui eligiendo , no obedecieron a a prioris concretos, sino que los elegí en función de lo que se presentaba en las estanterías de las novedades o de las búsquedas por las estanterías del interior. 

El primero de los libros, fue El ferrocarril subterráneo de  Colson Whitehead. Este libro ha ganado el  Premio Pulitzer 2017 y el National Book Award 2016, con lo que su autor forma parte  del grupo de los pocos escritores que ha conseguido ambos premios por el mismo libro (Faulkner, Proulx, Updike y A. Walker). Me lo recomendó Marta el primer día que fui a buscar lecturas y, por no desairarla, lo cogí. Yo pensaba que, como no soy amante de los escritores norteamericanos, no me iba a gustar, pero esta vez me equivoqué. Es un libro  que sorprende por dos motivos: el primero porque trata sobre la esclavitud, aunque desde una vertiente singular y, el segundo, porque su prosa es distinta,  resulta muy audaz; así como la estructura externa de la trama. Es recomendable, se lee bien y te hace posicionarte. Me recordó también la película de Tarantino, porque los propios negros fueron también bien crueles con las personas de su misma raza en algunas ocasiones.

El segundo libro fue Cero K de  Don Delillo. Tenía ganas de leer a Delillo del que tan bien hablan críticos y escritores. Después de haber leído este Cero K,  creo que Don Delillo tiene merecida la fama de buen escritor que le acompaña ya que maneja las palabras con  maestría, de tal manera las maneja que la historia queda reforzada y acompasada con esta escritura  árida y sin engarce. La novela habla sobre la muerte, o más bien sobre las posibilidades que supuestamente, tendrá la ciencia para curar enfermedades presentes en el futuro. Sin embargo, lo más original del relato, no es  que uno de los personajes ricos decide congelarse en un centro especializado en  Kazajistán porque padece una enfermedad incurable y espera que cuando la ciencia avance, sea descongelada y curada, sino que su marido, que no está enfermo, decide acompañarla. Este libro no te deja indiferente.

El tercer libro fue La ofrenda de Gustavo Martín Garzo. Me gusta mucho como escribe Garzo por eso procuro leer su nueva novela en el verano y, si creo que la trama está muy bien tejida, el tema me ha resultado un poco déjà lu, déjà vu - especialmente después de la película- y no es de extrañar si atendemos a lo que dicen los críticos, que con esta novela, Martín Garzo quiere rendir homenaje a los cuentos tradicionales y que La ofrenda es una versión moderna de La bella y la bestia. Cada uno que saque sus propias conclusiones.

Siguiendo con los autores de mi ciudad, leí La bruja Leopoldina y otras historias reales, de Miguel Delibes. No tenía pensado leer este libro, pero lo vi encima de la mesa de Itziar y lo cogí porque es lo último de Delibes aunque lo haya publicado, póstumamente, su hija. Él no lo dio a la imprenta, me imagino porque  consideró que, al ser escritos en los que se narran  pequeñas o grandes victorias cotidianas personales y familiares, generalmente, hazañas deportivas,  pues no eran  para publicarlas. Estos relatos cortos, que están contados en tono distendido, divertido, están acompañados por otros escritos de aves y pájaros. De todos es sabido del gusto de Delibes por el campo. Sobre la historia de La Bruja Leopoldina que cierra esta edición, señalar que es encantadora y los dibujos bonitos.

A continuación, voy a incluir los títulos de los relatos de las historias reales: - Mi vida al aire libre.- Memorias deportivas de un hombre sedentario.-La herencia.- -Una larga carrera de futbolista.- Mi querida bicicleta.- Una bici que rodar siempre cuesta abajo.- Un deporte de caballeros.- El mar y los peces.- La alegría de andar.- El nadador del mínimo esfuerzo.- Un cazador que escribe.- Tres pájaros de cuenta.- Amis lectores.- La grajilla.- El cuco.- El cárabo.- La bruja Leopoldina.

El quinto libro, El último de la estirpe de Fleur Jaeggy (escritora suiza que escribe en italiano) fue un grato descubrimiento. Esta escritora es muy conocida y reconocida, especialmente en Italia  pero, hasta el momento, yo no había leído nada de ella. Me ha gustado mucho esta serie de relatos armados simples, vivos, rápidos de ejecución, cortos, profundos: Soy el hermano de XX. - Negde.- El último de la estirpe.- El gentilhombre y el lagarto. Agnes. - La sala aséptica.- La heredera.- Retrato de una desconocida. el velo de encaje negro. - Un encuentro en el Bronx. - La pajarera. - La visitante. - Alelaide. - Trópicos. - Gato. - Ósmosis. - Nombres. - El ángel suspendido. - La elección perfecta. - F.K. Seguiré las próximas publicaciones de esta escritora.

Con el sexto libro, Factotum, calé en un clásico contemporáneo americano, Charles Bukowski. uno de los miembros del realismo sucio junto con  John Fante, Raymond Carver, Richard Ford, Tobias Wolff  y Chuck Palahniuk. Esto libro  es más bien lo contrario a lo anterior y a lo posterior, ya que es una novela autobiográfica de sus años de juventud, en la que el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski en la que predominan los excesos y un cambio continuo de trabajos ya que no dura en ellos mucho tiempo. Por momentos, las situaciones son  tan tremendas que resultan  brutales y al mismo tiempo grotescas en su exceso. 

El séptimo libro, ya lo había sacado para leerlo en navidad, creo; pero no me dio tiempo y lo devolví, por lo que lo tenía pendiente, aunque de primeras, no lo encontré. El libro en cuestión es  Siete años  de Peter Stamm  (Albert  lo conoce y yo, hasta ahora, no) y trata de una joven pareja de arquitectos de hoy día, de sus sueños y fracasos tanto personales como profesionales, contada de una forma muy moderna y atractiva a pesar de que la historia no es nueva. Stamm es un escritor suizo que escribe en alemán.

Por último, leí  La uruguaya de  Pedro Mairal. Es la historia que más me ha gustado. Lo elegí porque lo había visto en el escaparate de una librería y me había llamado la atención. La verdad es que no me defraudó, en absoluto, esta historia de pérdida, de mala elección, de confianza en las personas equivocadas, de vanidad, de torpezas, de...Tampoco conocía a este escritor argentino y me parece bueno. Será otro autor a seguir.

Y así se acaba la lista de títulos de parte de agosto, una lista larga de verdad. Estoy contenta de haber podido leer tanto, por lo que doy  las Gracias a la Lectura.
Ahora ya, a elegir los próximos, esos de mis estanterías que siguen allí desde hace un tiempo acompañados de otros títulos nuevos. Me he hecho el propósito de hacer un monográfico de Camus, tengo bastantes de libros de este autor, incluyendo el volumen de  La Pléiade que recoge sus ensayos. Veremos a ver cómo van pasando los meses.





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